A
la mañana siguiente cuando todos se despertaron bajaron a desayunar,
pero al ver que yo no desperté vino Emily a mi habitación. Comenzó
a tocar en la puerta de mi dormitorio pero al ver que no despertaba
volvió a insistir. En ese mismo instante la puerta se abrió sola,
Emily sorprendida entró llamándome.
-¿Víctor
estás ahí?
Encendió
las luces de la habitación y se encontró todo empantanado, asustada
fue directamente a la cama y ahí me encontró bajo las sábanas.
Quitó las sábanas y me vio el cuerpo lleno de sangre. Comenzó a
gritar y a pedir ayuda, salió al pasillo al ver que nadie venía y
volvió a gritar llorando. Todos subieron al escuchar los gritos tan
atroces de Emily. Se la encontraron tirada en el suelo llorando, tía
Dorothy al ver a Emily tendida en el suelo llorando como una
Magdalena salió a por ella y la ayudó a levantarse.
-¿Qué
te pasa cielo? Preguntó asustada.
-¡Víctor
está muerto! Lo acabo de ver con mis ojos, respondía mientras la
abrazaba fuertemente.
-¿¡Cómo
que está muerto!?
-¡Sí!,
toqué a la puerta pero al ver que no respondía, volví a tocar y la
puerta se abrió sola. Al entrar vio todo destrozado fui directamente
asustada hacia la cama y ahí lo vi entre las sábanas, quité las
sábanas y estaba todo cubierto de sangre. ¡Ha sido horrible!
¡horrible!
Todos
entraron a la habitación, pero ésta vez la habitación no estaba
empantanada, se acercaron a la cama y me vieron cubierto de sangre.
Todos se sorprendieron al verme en aquellas condiciones. Emily se
sorprendió más al ver que ésta vez la habitación ya no estaba
destrozada. Emily se acercó hacia a mí para ver si tenía pulso, en
ese instante, se dio cuenta que mis heridas comenzaban a desaparecer
lentamente.
-¿Qué
está ocurriendo? Preguntó tía Dorothy
-¡No
me lo puedo creer, sus heridas están sanando!, respondía Emily.
-¡Ésto
es imposible, parece cosa de brujería! Respondía el capitán
Mondragón.
Dafne
acababa de llegar de dar un paseo por la isla y vio la puerta de mi
habitación abierta y aprovechó para entrar para ver que pasaba,
debido a los llantos y voces que se oían en ella.
-¿Qué
ocurre? ¿A qué se debe tanto alboroto?
-¿Se
puede saber de dónde vienes tú? Preguntó tía Dorothy intentando
pagarlo con ella.
-¿Yo?
De dar una vuelta por los jardines, me levanté temprano para tomar
el aire fresco de la mañana. Un momento ¿Qué le pasa a Víctor?
-Eso
estamos intentando ver, respondía Emily.
Tras
un rato comencé a despertarme y los vi a todos mirándome. La
verdad, no me los esperaba ahí, así que me asusté un poco.
-¿Se
puede saber qué estáis haciendo aquí?
-Como
bajamos a desayunar y no bajaste vine a ver qué te pasaba y comencé
a tocar la puerta pero como no abrías volví a insistir y la puerta
se abrió sola y al entrar, me encontré toda la habitación como si
un huracán hubiera pasado. Pero lo que más me asustó fue el verte
cubierto de sangre.
-¡¿Sangre?!
Pregunté con cara de asombro.
-Sí,
yo he podido verlo. Respondía tía Dorothy.
Me
levanté y fui a bañarme, todos se fueron para la planta de abajo a
esperarme. Mientras me bañaba volví a notar aquella extraña
presencia. Cada vez era mayor, pero ésta vez era diferente sentía
como voces que mencionaban mi nombre. Por un momento pensé que podía
ser Mery pero lo descarté pronto. Esas voces provenían de los de al
lado de mi habitación que estaban discutiendo. La verdad es que
desde que hemos llegado a ésta isla están ocurriendo cosas muy
extrañas. Me salí de la bañera y me cepillé el cabello, estuve
arreglándome y volví al dormitorio para arreglarme. En el espejo
del lavabo se quedó reflejada la imagen de una sombra negra que no
dejaba de mirarme. Bajé a desayunar y volví rápido con mis
compañeros. Pero cuando salí no estaban así que hablé con la
recepcionista del hotel y alquilé un coche, puse rumbo hacia el
castillo de Bianca necesitaba hablar con ella. Durante el recorrido
me adentré por zonas que no visitamos la última vez. Aquel lugar
aterraba un poco la verdad, era todo obscuro, la verdad es que el
letrero que indicaba el nombre lo definía muy bien “sombría” .
Los árboles parecían sacados de una novela de terror, todos con
formas muy extrañas, la obscuridad se iba haciendo más y más
grande con forme te ibas adentrando. Los únicos animales que
habitaban ahí, eran cuervos y lobos. Lo noté por los aullidos que
se escuchaban de fondo, tenía miedo, pero no podía salir de aquel
horrible lugar era como s una fuerza me atrajera como un hierro al
imán. Al final del camino llegué hacia una cueva a lo lejos podía
ver los jardines de palacio. Pensé que podía ser otra forma de
acceder así que me metí dentro de la cueva, aparqué y comencé a
adentrarme dentro de ella.
La
sensación extraña la volví a notar por todas partes, se escuchaban
voces de mujer gritar con bastante fuerza, parecía como si la
estuvieran torturando. Pensé que podría ser Mery y comencé a
gritar su nombre, un frío gélido comenzó a recorrer mi cuerpo. Los
murciélagos salieron de sus nidos y empezaron a volar a mi
alrededor. Comencé a correr asustado intentando librarme de ellos,
pero no había forma alguna, cada vez había más y más. Empezaron a
atacarme y hacerme rasguños en la piel esas miradas me asustaban
bastante. Cuanto más corría más fuertes eran las voces que
escuchaba, pero ésta vez no eran de mujer si no de hombre. ¿esas
voces de dónde provendrán? Me preguntaba asustado. Llegué hacia el
final de la cueva y efectivamente era la misma cueva que entramos la
otra vez con la reina Bianca porque el agua me daba las mismas
sensaciones que la última vez. Vi una sombra negra mirarme en el
agua me alejé un poco de ella y comenzó a acercase a la orilla. Del
agua salió la dama de la noche me miró a los ojos y me dijo:
-¿Qué
estás haciendo aquí solo?
-Cuánto
tiempo, me alegro de verte otra vez.
-¿De
verme? Pero si nunca nos hemos visto. Me dijo asombrada.
-¿No?
Entonces me habré confundido perdóname.
-Posiblemente
seas tú el chico del que tanto se habla últimamente en las
profundidades.
-¿Se
habla de mí?
-Sí,
¿eres el que quiere ir a Ofidio?
-Sí,
tengo que ir para recoger la orquídea sangrienta.
-Sí,
efectivamente eres tú. Bueno, me alegra de haberte conocido. Será
mejor que salgas de ésta cueva de lo contrario puede confundirte y
hará que te pierdas y acabes como cientos de personas que entraron y
jamás se volvió a saber de ellas. Sólo hay que ver todos los
cadáveres que hay por los suelos. Han sido devorados por los
murciélagos y los lobos del bosque sombría. Ésta es la famosa
cueva de las penas pertenece al reinado de Gélicer. Tengo que
marcharme.
-No
te vayas aún, ¿dónde está mi amiga?
-¿Mi
compañera? Se encuentra en palacio en los jardines de la reina
Bianca.
-¿Qué
hace ahí? Pregunté.
-Está
intentando convencerla para que nos deje pasar a todas por la cueva
para poder ir a acompañarte, la verdad es que no queremos que estés
solo en esa aventura. Podrías salir gravemente herido. Eres un hijo
del agua y como hijo de Poseidón que eres, eres familia nuestra.
-Gracias
compañera, la verdad es que me alegra saber todo ésto.
-No
tienes que darlas pequeño. Por cierto, no sé si te lo habrá dicho
mi compañera, pero tengo que advertirte. No hagas caso a nada que
diga tu amiga la pelirroja, no es de fiar.
-¿Qué
os pasa a todos con Dafne?, ¿Por qué la tratáis así?
-Tengo
que irme, he hablado demasiado.
-¡No,
espera!
La
dama de la noche se sumergió en el agua y desapareció. ¿Qué habrá
querido decir con eso?, la verdad es que me tienen todos
descontrolado. ¿Qué tendrá en contra de la pobre Dafne? Comencé a
caminar hacia el exterior de la cueva y ésta vez salí al jardín de
la reina Bianca. Pude volver a ver la fuente en la cual vi a Edgar,
me volví a asomar pero ésta vez no lo vi a él, ésta vez vi a un
hombre conducir un coche en una noche de tormenta, aquel camino me
era familiar. Pero no podía recordar por qué me sonaba. El hombre
iba a toda velocidad por aquella curva y la imagen de una mujer se
postró ante él, ella era un ángel de luz azul como el celeste
cielo. Aquel hombre giró el volante para esquivarla y el coche se
desvió del camino cayendo por el precipicio.
-¿Qué
extraño?¿Quién era ese hombre?
-Hola
cielo, decía una voz mientras me agarraba el hombro.
Me
giré y ahí estaba ella, la reina Bianca.
-Hola
majestad, perdona por no avisar que venía y siento el haber vuelto a
mirar en su fuente.
-Tranquilo
pequeño, eres bienvenido en mi reino, y puedes mirar cuantas veces
quieras en la fuente. Pero ten cuidado muchas veces no son cosas
buenas las que verás.
-Lo
sé, acabo de ver ahora una imagen que me ha tocado bastante el
corazón.
-Me
lo imagino, intenta no pensar mucho. La fuente puede jugar malas
pasadas. Por cierto, he estado hablando con una amiga tuya. No sabía
que eras hijo del mar, ahora entiendo por qué me sonabas tanto.
-Todo
el mundo lo menciona pero no entiendo por qué lo dicen.
-Tranquilo
pequeño, todo llega. Me decía mientras me acariciaba el rostro.
-Ven
entremos a palacio tengo que entregarte algo.
Así
fue, entramos a palacio y mientras íbamos al lugar iba viendo todo
el jardín, era hermoso. Parecía sacado de un cuento de hadas.
Enormes esculturas esculpidas en hielo, rosales de color blanco,
azul, rosa y rojo sembrados por doquier. Los animalitos en el jardín
transmitían una armonía que me transmitía una paz interior enorme.
Había conejitos blancos jugando en la nieve, flamencos en el lago,
cisnes, lobos, osos polares. Era un paraíso congelado. Entramos a
palacio y vagamos por el enorme pasillo que dirigía hacia el trono.
Ahí me hizo colocar mi hidrópetra en un hueco en el cual tenía la
misma forma que mi gema. Al colocarla se abrió el cofre, y de él
salió un frasco, en él se encontraba sangre y una espina de rosa
azul. La reina me dijo que ese frasco me pertenecía si vertía esa
sangre en la fuente podría encontrar respuestas a varias de mis
preguntas. Pero que no era el momento pues sólo hace efecto bajo la
luna azul. Aún faltaba bastante para que volviera a aparecer la luna
celeste. Me dijo que teníamos que tener mucho cuidado en Ofidio las
criaturas que hay ahí no eran nada fiables. Al salir de palacio
volví a notar como si alguien me observara de entre las montañas
era esa horrible sensación otra vez.
Me
dirigí al hotel y allí no había nadie de mis amigos, me fui a las
piscinas del hotel y ahí me estuve bañando durante un largo rato.
Mientras tanto, mis amigos se encontraban con Balthor en la otra
parte de la isla, cerca de la playa. Dafne estaba un tanto alterada,
no aguantaba las miradas fusilantes de tía Dorothy. Aquel lugar era
maravilloso, el lugar más romántico de toda la isla, en él se
encontraba un mirador desde el cual se podía divisar toda la isla y
todo el mar. Estaba pintado en tono blanco y marrón, había cojines
en vez de sillas y estaba iluminado por velas. Se podía oír
conciertos de piano y violín acompañados de un arpa. Tía Dorothy y
el capitán decidieron sentarse a observar la puesta de sol y
disfrutar de una hermosa velada acompañados de aquel concierto.
Emily mientras tanto disfrutaba de un relajante baño en el mar,
había delfines y miles de peces de colores. Balthor mientras que tía
Dorothy estaba intimando con el capitán y Emily se bañaba él se
iba preparando para las velas para soltarlas en el agua. Era un
ritual que se solía hacer desde hace cientos de años en el que
consistía echar al mar velas para alejar a los malos espíritus y
que vieran la luz. Las luciérnagas acompañaban el momento, aquello
era todo un paraíso del amor. Dafne decidió irse al hotel para
evitar que la mirasen más. Emily estuvo hablando con el capitán
para que le explicara por qué hacía eso con las velas.
Y
el capitán le dijo:
Señorita
Emily hace años cuenta la leyenda que dos jóvenes enamorados,
juraron su amor en ésta isla. La leyenda dice así:
Dos
familias enfrentadas, ambas procedentes de dos reinos enemigos, los
dos jóvenes huyeron de sus reinos para vivir su amor prohibido, Los
padres de éstos dos jóvenes les prohibieron que se vieran y que se
enamorasen pero ellos se amaban tanto que decidieron fugarse para que
nada ni nadie los separase nunca. Decidieron venirse a ésta isla
para que sus padres no los encontraran jamás. Pero no duró mucho,
ves aquel mirador donde se encuentran Dorothy y el señor Adan ahí
antes había un acantilado y los padres de él le dispararon a la
chica para que se acabara el amor para siempre. El joven tras ver lo
que hicieron sus padres agarró a la joven entre sus brazos y se
lanzó al acantilado gritando ¡Anasli te amo! Desde aquel entonces
tras la muerte de los dos jóvenes comenzaron a brotar y a nacer
árboles y flores, las aves que hoy tú ves aquí vinieron volando de
otras zonas del mundo y decidieron quedarse para siempre aquí. Los
que hoy vivimos aquí pensamos que son parte del alma de los jóvenes.
Por eso hay ésta armonía en la isla.
-¡Cielos
santo! Es hermosa la historia señor Balthor. Es super romántica,
dos jóvenes huyen de sus reinos para poder vivir su amor a
escondidas de sus padres y luego acaban muriendo los dos juntos
entregando su amor incluso hasta en la muerte. Pero lo más
maravilloso es el gesto del joven chico. Su amada muere a manos de su
padre y él la agarra para morir junto a ella. Me parece la historia
más romántica jamás contada.
-La
verdad es que es preciosa sí. Respondió Balthor con una sonrisa.
Dafne
llegó al hotel y me vio nadando en la piscina, yo no me di cuenta de
su presencia y seguía nadando. Ella comenzó a mirarme y a quitarse
la ropa lentamente para entrar en el agua. Una vez dentro de agua,
comencé a notar un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y una sombra
nada alrededor mía. No sabía lo que era, pero tenía claro una
cosa, que era algo malo. Me acerqué a la escalera y comencé a
subir. Al salir y secarme vi ropa de mujer al lado de la mía. Miré
a la piscina pero no había nade, de la nada pude ver una enorme cola
salpicar agua en el interior de la piscina. Al ver aquello cogí mis
cosas y salí corriendo hacia dentro del hotel. Les pregunté a las
recepcionistas si tenían peces metidos en la piscina pero me dijeron
que no riéndose de mí. Me preguntaron si andaba bebido. Tras aquel
bochornoso momento subí corriendo a mi habitación a darme una ducha
fría y bajar a cenar. Dafne salió al agua y comenzó a llamarme, al
ver que me había marchado cogió las cosas y se fue.
Tía
Dorothy junto con el capitán tras aquel hermoso momento bajaron del
mirador después de estar varias horas disfrutando de la magia del
lugar y pusieron rumbo junto con Emily y Balthor para el hotel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario