CAPÍTULO
24: III Guerra Mundial.
Todo parece estar
tranquilo y calmado hasta que se me ocurre abrir los ojos y veo los
rayos de luz solar filtrarse por los visillos de la ventana, la brisa
matutina jugar con ellos simulando las olas del mar. Me giré y la
vi, estaba tan hermosa como siempre. La besé y me levanté, me
acerqué hacia la ventana para poder respirar un poco de aire puro.
Pero menuda sorpresa y susto pillé al ver un avión bombardeando la
zona.
-¡Pero qué mierda es
ésto! Exclamé.
Encendí la tele y los
medios de comunicación estaban diciendo:
Los
continentes se han batido en duelo, la tercera guerra mundial se ha
desatado. No hay marcha atrás. La gran crisis financiera se ha
desbordado y ha absorbido todo buen sentimiento que el ser humano
guardaba en sus corazones. Todo se ha vuelto obscuro; la gran guerra
por tener más poder ha llevado a los dos presidentes a llevar a
guerra sangrienta a los dos continentes sin importar cuantas muertes
pueda ocasionar. Lo único importante ahora es obtener más poder y
ese sentimiento ha sido enviado al vacío. La nada es lo único que
sobrevive por las calles. Miles de millones de familias han quedado
en la calle por no poder pagar sus hipotecas, ni las facturas de sus
viviendas. Los bancos han echado a la gente a la calle sin importarle
cuan mal estén esas familias. El gobierno ha puesto denuncias a toda
ésta gente por estar ensuciando las calles y contaminándola con sus
bienes y demás pertenencias Como podemos observar en éstas
imágenes la humanidad se ha ido de las manos de Dios, sólo hay
peleas y disputas en las calles, nada ni nadie se comporta bien.
Todo es broncas, disparos, peleas, accidentes y demás. Cientos de
aviones sobrevuelan nuestros cielos bombardeando nuestras ciudades.
Queridos ciudadanos, el fin se está acercando. Les advertimos desde
el canal Magazine que por favor no salgan de sus casas y cierren
puertas y ventanas. Si ven a alguien de bien en las calles sean
civilizados y si pueden salvar vidas el mañana se les será
recompensado. No se dejen llevar por la ira y el resentimiento que
navega a ciegas por nuestras calles.
-Víctor ésto se está
yendo de las manos. La gente ya no es humana, ¿qué está pasando?
Víctor debes huir de aquí cuanto antes.
Al salir de mi habitación
fui a la habitación de Akalis y Selenia para ver como estaban.
Habían llegado por la mañana. Uriel se acercó a mí por detrás
mientras acariciaba el rostro de mis pequeñas.
-Víctor lo siento mucho
si te asusté. Sé que no tienes recuerdos acerca de mí. Pero mis
sentimientos por ti son reales. Sólo necesitaba que lo supieses.
Anoche tuve un accidente en la casa y temí morir sin antes haberte
dicho la verdad que necesitas saber. Temí que si moría ibas a
seguir como hasta hoy, ciego buscando ayuda y sin recibirla, sólo
recibir esa falta de atención hacia ti y ver ese sentimiento de odio
entre los componentes que vivimos bajo éste techo.
-Uriel.. Me alegro de que
estés bien. Mas puedo decirte que tus sentimientos han sido
sinceros.
-¿Puedes? Me respondía.
-Tengo un sentido para
captar a la gente. No puedo explicarlo, pero.. me doy cuenta.
-Así que.. ¿crees que
mis palabras son ciertas y que nos conocemos de verdad?
-Uriel, creo en que.. lo
que fuera que me pasara y que hiciera de que me olvidara de quien
soy, significa que tengo un pasado, y que probablemente te incluyó.
Mis palabras han hecho
derramar lágrimas a Uriel, me siento “bien” tras la conversación
pero.. aún no puedo olvidar lo ocurrido.
-Lo hizo, Víctor, lo
hizo. Me sonrío.
-Cuando... Ésto que te
voy a decir va a parecer una locura. Me hace sentir un loco enserio.
Cuando aquel monstruo en el lago hizo desaparecer a Dafne me cogiste
de la mano sentí algo extraño. Y sentí miedo, pero todo menguó.
Me hiciste sentirme seguro de mí mismo.
-Has pasado mucho. No ha
estado bien la acción de ninguno de los dos. Todas las medicinas que
has ido tomando en éstos días que estuviste en el hospital. Todo
éste tiempo que has estado encerrado, todo lo que ha ido
ocurriendo.. Date tiempo, una vez recuerdes quién eres, todo lo
verás claro.
Me habla sin apartar la
mirada a mis ojos, casi puedo ver a través de ellos, es diferente su
mirada.
-¿Puedes ayudarme a
hacerlo? ¿A recordar quién soy? Le dije respondiéndole la mirada.
-Sólo si me ayudas a
recordar quien soy.
-¿Perdona? ¿Qué? Le
dije confuso.
Uriel se acerca a mí y
me coge de la mano, puedo sentir el frío de sus manos recorrer mi
cálido cuerpo.
-Víctor, siempre has
sido alguien importante para mí, siempre ha sacado lo mejor de mí.
En éste momento lo necesito. Así que.. sí, voy a hacer todo lo que
pueda para traer de vuelta al Víctor que se encuentra perdido.
No podía dejar de
mirarlo a sus ojos, ese azul, esos labios pronunciar las palabras,
transmite una paz y una calma. Casi puedo sentir sus latidos en mi
pecho. Y su aliento pronunciando a través de mis labios.
-Víctor lo haré por ti
y por mí.
Le agarré fuerte la mano
y mientras derramaba lágrimas le dije:
-Podemos ayudarnos
mutuamente.
-Claro que sí Víctor.
Haré lo que sea para poder volver al antes. Sin importar lo que
ocurra después. Sólo debes confiar en mí. Has estado encerrado y
perdido mucho tiempo.
Tras acabar la frase, se
me vino la imagen de un joven con cabello claro vestido con una
chaqueta de terciopelo azul marino con bordados dorados, unos
pantalones compañeros a la chaqueta y una camisa blanca. Su piel era
pálida como la nieve, sus ojos verdes esmeralda, se encontraba
llorando, perdido, vacío.
-¿Qué significa ésto?
Pensé en voz alta.
-¿El qué dijo Uriel?
Mierda hablé en voz
alta.
-Nada, nada. Sólo se me
pasó algo por la cabeza.
-Bueno Víctor será
mejor que me marche a desayunar, que me ruge el estómago.
-Espera Uriel. Le dije
mientras le cogí del brazo impidiendo que se marchara.
-¿Sí? Dime.
-Gracias. Le dije
mientras le sonreí.
Uriel se marchó y yo me
quedé con mis hijas, las besé y comencé a cantar una canción que
se me acababa de ocurrir.
Amor,
está bien.
Son
los diamantes que brillan en ti.
Los
que me impiden verme a mí.
Amor,
te prometo que estaré bien.
He
de partir al cielo de donde caí.
Es
mi vida, la cual voy a recuperar.
Es
mi vida la cual me pertenece.
Es
mi vida la que una vez perdí
y
ahora recuperaré.
Amor,
no temas por mí.
Es
un viaje largo, pero tengo que encontrarme.
No
es un fallo, lo hago por mí y por ti.
Si
me quieres, espérame.
Ay
amor, siento el haberte dejado dormida.
Pero
es mi destino, mi pasado
y
voy a recuperarlo.
No
me rendiré,
cuan
grande sea el problema
más
poderosa será mi armadura
Es
mi vida, y juro que volveré
Espérame.
Mi mágica voz corrió
por todas las habitaciones de la mansión, mi voz conquistó cada
rincón del planeta. Despertó el sentimiento dormido de las personas
y alzaron la mirada al cielo.
-¿Quién canta de ésta
forma? Decía Emily.
-No lo sé querida, será
la radio. Respondió Dorothy.
-La radio está apagada.
Esa voz proviene de arriba.
-Es Víctor, está
volviendo en sí. Decía Uriel.
-¿Víctor? No conocía
su voz. Es mágica. Respondía Dorothy.
-Por cierto.. ¿Has visto
lo que está pasando fuera? Decía Uriel.
-Sí, será mejor que no
salgamos en un largo tiempo.
-Tranquilas, he echado un
conjuro de protección a la casa. Nada nos afectará.
-¿Nada afectará a
quién? Dije.
-¿Víctor? Decía
asustada Dorothy.
-¿Ya os estáis
callando? Dije cabreado.
-Buenos días. Decía
Dafne mientras entraba por la puerta del patio.
-Buenos días será para
quien quieran. Lárgate de mi mansión.
-¿Pero Víctor? Me
respondía.
-Víctor cálmate. Decía
Emily.
-He dicho que te largues
de mi casa, y no vuelvas nunca más ¡Monstruo!
-Está bien, me marcharé.
Será mejor que vuelva a donde debí de volver en su tiempo.
Respondía Dafne con la cabeza agachada.
Corrió a su dormitorio y
cogió su libro, sus cosas principales y bajó al patio. Se acercó a
Pegaso y éste se arrodilló ante ella. Me asomé hacia el patio y le
dije:
-Estás tardando en
marcharte.
-Ya voy Víctor, no te
pongas así. Sólo voy a decir una última cosa, mira ahí arriba.
Ahí está el problema, lo que pasó lo hice con un bien pero no
salió como predije. Sólo espero que ésto acabe pronto.
Se giró alzó sus brazos
al cielo y mientras los alzaba un temblor de tierra hizo sacudir todo
el solar haciendo crecer unos árboles altos y frondosos. El cielo se
nubló y una tormenta comenzó a brillar alto. Pegaso alzó su cabeza
junto con sus patas y volvió a arrodillarse agachando la cabeza.
Dafne miró al cielo y de sus ojos manaron lágrimas brillantes como
los diamantes más brutos que jamás nadie ha podido ver. Su cuerpo
comenzó a brillar y sus ropas cambiaron, ahora portaba un vestido de
seda, su brazo izquierdo estaba al descubierto y un brazalete de
plata apareció en él. Su brazo derecho se cubrió de la tela de ese
hermoso vestido, su pecho se realzó con el entalle de palabra de
honor. Una mini falda acaba el vestido, la espalda la dejaba al
descubierto acabando en una larga cola de seda. Sus zapatos la
alzaban y estilizaban sus hermosas piernas. Su cabello se onduló y
un trenzado le recogía la parte de arriba del cabello, dejándole
cabellos sueltos en el flequillo. Parecía toda una princesa clásica,
sacada de un cuento de hadas. Subió a Pegaso y cabalgaron hacia
fuera de la mansión dirección a la playa.
-Ya se ha marchado. Dije.
-Víctor.. No ha estado
bien lo que has hecho. Dijo Dorothy.
-Dorothy, debes callar
ésto no va bien. No quiero más magia, no quiero volver a oír algo
referido a éste tema. No existe.
-Pero Víctor... Decía
Emily.
-Por favor dejenlo, no lo
presionen.
Dafne corría llorando y
sin mirar atrás, continuó cabalgando hacia la orilla del mar. Una
vez allí se adentró con Pegaso en el mar y lanzó un hechizo para
poder respirar bajo el agua.
-¡Aqua Spiro!
Cabalgaron por las
profundidades marinas hasta llegar al comienzo del problema. Atledia.
Una vez allí, Dafne se
escondió entre el bosque de coral, para que las damas de la noche y
los guardias del castillo no la pudieran ver. Volvió a adentrarse en
el interior del bosque y cabalgó hacia la cabaña de la hechicera
para pedir ayuda. Pero la cabaña se encontraba vacía. La hechicera
había muerto y sólo quedaban sus pertenencias. Se puso a rebuscar y
encontró el libro de hechizos. Lo cogió y comenzó a buscar en él
desesperadamente.
-¡Aquí está! El
hechizo que volverá a poner todo en su sitio. Sombrea Ventus.
Al pronunciar las
palabras, un gran terremoto marino hizo temblar todos los mundos incluido el nuestro. Aquel terrible terremoto hizo que todos los
mundos estuvieran en uno solo. Las íslas espejismo salieron a la luz
y la magia que las protegía desapareció. Atledia volvió a brillar
en la superficie terrestre y una gran sombra obscura cayó sobre
nuestro mundo.
-Buenos días mi vida. Me
decía Mery.
-¿Mi vida? ¡Desde
cuándo me llamas así! Le dije.
-Cariño, estamos
casados, lo más normal es que te trate con cariño..¿No crees?
-¿Perdona? ¿Casados?
Mery.. ¿Qué dices?
-¡Ay! ¡Santo cielo!
¿Víctor? ¿Has recuperado la memoria? Decía Dorothy nerviosa.
Tras las palabras de Tía
Dorothy Mery echó un paso para atrás y comenzó a mirar nerviosa
para todos lados.
-Sí, he recordado quien
soy. Y ésta mujer no es quien dice ser. Haz el favor de largarte de
mi casa.
-Pero Víctor..
-¿Quién es Víctor? Soy
Oriol.
-¿Qué son éstas voces
tan de buena mañana? Decía Edgar.
-Mmm
parece que huele a perro sucio... Contigo quería yo hablar. Lárgate
de mi mansión también. No quiero chuchos pulgosos aquí.
-¿Víctor?
¿Qué te está pasando? No eres tú.
-He
dicho que no me llames Víctor. ¡Que te largues de mi vista he
dicho!
Edgar
y Mery salieron de la cocina y se marcharon a sus habitaciones para
preparar sus cosas y marcharse.
-¿Qué
te está ocurriendo? Decía Dorothy mientras me pasaba su mano por el
hombro y me buscaba la mirada.
-Estoy
cansado de tanta falsería en ésta casa. No puedo aguantarlo más.
-¿Estarás
contenta no Mery? Decía Edgar mientras entraba en el dormitorio.
-Edgar
no estoy para hablar, ¿No tuviste bastante con lo de querer matarme?
No he hecho nada ahora. Lo juro. ¿No querías que recuperara su
memoria? Ahora es quien es, Oriol.
-¿Oriol?
¿Quién es Oriol? Dijo azarado.
La
mirada de Mery se apagó, sus ojos se volvieron negros y una voz
suspiró a través de sus labios.
-Querido..
Ha recuperado el alma pasada. Ahora es quien debe ser. La obscuridad.
Dafne
salió de la casa de la hechicera y vio todo el gran cambio que había
ocasionado el hechizo. Los rayos de sol brillaban gracias al rocío
de las hojas de los árboles tras desaparecer el mar. Comenzó a
caminar descalza por el bosque iluminada por el sol, y caminó hacia
palacio. Las plumas de los pájaros caían como nubes de algodón. Al
salir del bosque se dio cuenta que Atledia no estaba flotando en el
mar, si no en el cielo. Un gran vacío había a sus pies, era una
isla flotante ahora y el agua de los ríos caía al vacío. Pegaso
corría por el bosque en busca de Dafne, se acercó por detrás y
posó su cabeza en el hombro.
-Padre,
vengo a vengarme de lo que tu reino me hizo. Nada podrá detenerme
ahora, mi ira va a más.
Los
aviones continuaban bombardeando las zonas, la gente huía por la
calle, destrozando cuanto tocaba. Era una guerra sangrienta, el
hambre, arrasó con todo. Los jinetes del apocalipsis firmaron la
sentencia final.
Edgar
y Mery se marcharon de la mansión y ella se marchó a la oficina y
él a residencia de ayuda para los sin vivienda.
No se como me dio por entrar a leer pero bueno, ya que vi un nuevo capitulo decidí leerlo y comentar. Bueno me parece francamente horrible la forma que Victor a tratado a Dafne y a Edgar, echandolos de la casa como perros sarnosos después de todo lo que ellos lo quieren y han echo por el, me parece super feo la verdad, y bueno parace que recuperó la memoria aunque me da que Dafne ha metido la pata hasta lo mas hondo, ella para variar la cosa, si no mete la pata no es feliz, me recuerda demasiado a una que conozco demasiado bien, para mi desgracia.Pero ahora no es Victor sino Oriol... Quien es ese tal Oriol? nunca ha salido antes; seguro que Uriel sabe de que va todo esto, el lo sabe todo y espero que pueda remediar este maldito lio pero lo que más me sorprende han sido las palabras de Mery, que es eso de alma pasada y qe es quien debe ser, la oscuridad? :S no sé dudo mucho que Victor sea malo, me niego a creerlo, igual que Uriel, me da miedo pero no creo que sea malo de veras, ojala no me equivoque.
ResponderEliminarLo unico bueno esque mandó a paseo a Mery al menos, aunque bueno... creo que Victor la va cagando por momentos, con perdón, pero esque me pareció muy mal lo que le hizo a Edgar y Dafne y sobretodo sabiendo lo que ellos sienten por el y lo que el sentía antes por ellos, desgraciadamente tu novela es profética, solo espero que las cosas se arreglen entre ellos porque sino no creo que haya boda ni de coña.
PD: a mery la puede dejar mandada a la mierda para siempre, no me gusta y para colmo eso que dijo me hizo reafirmar que esa sabe mas de lo que siempre dice, porque para no tener ni idea de magia bien que sabia de lo que hablaba.
Espero con ganas el proximo capitulo