Capítulo
22: Bienvenidos a casa.
A la mañana siguiente la
doctora Alani junto con mi mujer me ayudaron a preparar las cosas
para irme a casa. Estaba emocionado pero a la vez preocupado por el
cambio de mi mujer. ¿Cómo había sido posible que creciera tanto la
barriga? Espero que mis hijas estén bien, porque no me perdonaría
nunca que le pasara algo a mis pequeñas. Los demás mientras tanto,
fueron a recoger a Uriel primero y lo llevaron a casa y una vez allí
se quedó Dorothy y Dafne y vinieron a por mí Emily y Edgar. Al
llegar ellos, me ayudaron a recoger las cosas para bajarlas al coche,
al terminar yo me giré y vi toda la habitación limpia y vacía
ahora empieza mi nueva vida. Un nuevo destino estoy a punto de vivir.
Todo vuelve a empezar para mí en ésta nueva oportunidad que la vida
me ha dado. Mery me empezó a llevar con mi silla de ruedas al
ascensor y la puerta de la habitación la cerraron. Pero no nos
vinimos solos, una sombra nos seguía. Era la misma sombra que hace
años me perseguía y por la cual tanto sufrí. Salimos del hospital
y se monaron en el coche de Edgar, él me cogió en brazos y me sentó
en el asiento delantero y la silla la dobló metiéndola en el
maletero. Mientras nos dirigíamos a casa no dejaba de mirar por la
ventanilla del coche. Aquellos paisajes, aquella playa todo me
parecía un sueño. Era como si lo hubiera visto antes en algún otro
momento, quizá estoy empezando a recordar. Puede que sí, o puede
que no es todo como un deja vu. Aún ésto me cuesta bastante, porque
hay cosas que me chocan y me duele pensar cosas. A lo lejos se podía
ver una enorme mansión.
-¿Ésta es mi casa?
Pregunté asombrado.
-Todo ésto que ves es
tuyo, mi querido esposo.
La verdad es que es
enorme, la entrada era como los palacios, enormes columnas de piedra
se alzaban ante nosotros y en las cuales había una cancela con
hermosas decoraciones. El suelo del patio estaba hecho en piedra, en
el centro del patio había una enorme fuente y dos estanques al
rededor. Los jardines estaban decorados con hermosos rosales azules y
rojos intensos. Grandes esculturas góticas se podían apreciar entre
aquellos hermosos rincones floridos. La casa estaba toda construida
con ladrillos y decorada con piedra y con grandes ventanales por los
que se filtraba la luz del sol. Al aparcar el coche nos bajamos y
alcé la vista y era una gran mansión de 3 plantas, sin incluir el
sótano que no se había reformado nada. Al entrar por la puerta
principal. pude ver una gran escalera doble que se juntaba en una
pequeña terraza en el pasillo de arriba; Entre las escaleras había
una enorme fuente natural y detrás de ella una puerta de cristales
que daba paso a un patio interior. Era un jardín de relajación y
meditación. Repleto de bonsais y una catarata natural. Con éste
jardín querían simular el paraíso del que vieron a Aden. A la
izquierda de la entrada se encontraba un enorme salón con la pared
en ladrillo, era un salón muy rústico y muy americano; amueblado
con una gran chimenea y sofás de piel, en el suelo había una
alfombra de oso polar y en las paredes los cuadros familiares
pintados a mano y a parte algunas fotografías. Una gran mesa y
cristalería se encontraban subiendo un escalón que separaba una de
las tres partes que componían el salón. Otra de esas partes era la
bodega donde se encontraba un minibar con todos los distintos tipos
de vinos, licores y alcoholes que existían. En el techo colgaba una
hermosa lámpara antigua que encontraron en el sótano, y en las
ventanas unas cortinas caoba. La puerta que se encontraba cerca del
minibar daba a la cocina. Ésta cocina era enorme y futurista color
malva y chocolate, con una enorme barra americana que separaba las
dos partes de la cocina. Estaba instalada con las más modernas
instalaciones, fregadero, lavavajillas, vitrocerámica, horno, y
demás utensilios de cocina de última generación. En la cocina
había unas enormes ventanas por las cuales se filtraba la luz solar.
También había dos puertas una de ellas que daba al patio exterior
en el cual había situada una enorme piscina con cascada y jacuzzi y
varios árboles frutales con un pequeño laguito en el que se
encontraban cisnes. Pegaso se encontraba en éste patio y estaba
acompañado de los pavos reales. Y la otra puerta daba a un lavadero,
donde estaba la pila, la secadora, la plancha, la lavadora y varios
aparatos de limpieza. En el otro extremo de la casa en la zona
derecha, se encontraba una enorme biblioteca, la cual estaba
insonorizada para evitar escuchar el ruido del exterior. Y tenía un
enorme home-cinema instalado para ver películas como si estuviéramos
en el cine. A parte, tenía algo en común con todas las habitaciones
pequeños altavoces estaban disimuladamente escondidos, de los cuales
se escuchaba música clásica para ambientar las habitaciones de la
casa. Las estanterías en madera de roble estaban repletas de todo
tipo de libros, y el suelo estaba enmoquetado con una moqueta color
granate. En la biblioteca también había otra puerta que daba a un
invernadero donde se encontraban todo tipo de plantas exóticas. Me
quedé boquiabierto lo grande que era la casa, nunca pensé que
pudiera ver algo tan enorme. También había un ascensor pero éste
se encontraba camuflado en la pared, con un botón se abría la pared
y ésta era la puerta de entrada. Entré en él y subí a la
siguiente planta acompañado de mi mujer que iba enseñándome la
casa habitación por habitación. Me enseñó el cuarto de baño, era
inmenso todo en mármol y había una bañera, una ducha y un jacuzzi.
Un enorme espejo con sus lavabos correspondientes. Su váter y sus
estanterías. El cuarto de baño también tenía una fuente
decorativa en una de sus esquinas. Y las paredes estaban decoradas al
más estilo clásico griego. Con esculturas griegas colgadas en las
esquinas. Salimos a ver los dormitorios y vimos el de matrimonio otra
enorme habitación, la pared frontal pintada en negro en el que había
dibujado un bosque encantado, el cual juré una vez ver en alguno de
mis sueños. Un lago central y una casa de hadas se alzaba en una
pequeña isleta situada en su interior. El techo color negro y en él,
un enorme universo se podía contemplar dibujado. Sus paredes
restantes eran color malva y en sus ventanales unas cortinas
compañeras. El suelo en madera y estaba decorado con muebles de
madera de roble. La cama era como una antigua cama real con sus
cortinas y sus sábanas marrones y doradas con motivos decorativos a
la antigua usanza. Al lado de la ventana tenía un escritorio con un
libro esperando ser abierto de nuevo. El libro era el mismo que Edgar
me enseñó la última vez que vino. Sin duda me enamoré de la
habitación desprendía una magia que daba por perdida. Salimos y
fuimos a la habitación de Dafne, ésta parecía estar sacada de un
océano, las paredes y el techo era un acuario en el cual habían
peces de todo tipo. El suelo era de mármol negro. Los muebles y
lámparas parecían haber sido sacados del fondo marino, se podía
respirar un cierto aroma a mar y casi parecía oírse el cantar de
las gaviotas jugar entre las olas. A continuación la habitación de
Edgar, también era enorme como las anteriores, ésto parecía no
acabar nunca, ésta habitación estaba decorada muy natural, con su
suelo en madera, sus paredes pintadas en azul cielo, techo blanco, de
él una lámpara caía iluminando toda la habitación, sus cortinas
eran celestes y se movían al compás de la brisa que entraba por la
ventana. Había una estantería repleta de libros, un armario con
espejos, un escritorio, un tocador, fotografías y una cama de
matrimonio. Salimos de la habitación y entramos en otra, la
habitación de Emily era compartida con la de su tía Dorothy una
habitación toda de madera y con dos camas, su tocador, dos armarios
y una estantería. La habitación de las gemelas, al entrar noté una
extraña sensación, me esperaba una habitación infantil pero para
nada era así, Mery la quiso decorar de una forma de lo más tétrica,
roja con el suelo de mármol negro, las ventanas eran pequeñas y en
donde se encontraban las cunas estaba decorado con piedra, las
lámparas simulaban antiguos candelabros, los muebles eran de madera,
era una habitación más bien obscura por la cual no había mucha
luz. No quise preguntar, para no volver a meter la pata. Ambas
habitaciones tenían su correspondiente cuarto de baño. Pasamos
también a ver el dormitorio de Uriel, una habitación construída al
más estilo medieval y antiguo. Obscura como la anterior con
antorchas en vez de lámparas, las paredes decoradas con telas de
varios colores al igual que el techo. Los muebles eran antiguos, y
tallados en madera. Había un caldero en el centro de la habitación
y unos frascos con cosas dentro. Sin lugar a duda la habitación
parecía sacada de una película de brujas. Subimos a la última
planta el ático todo cubierto de madera y muy rústico también. El
ático tenía una terraza en la cual había un telescopio profesional
desde el cual se podían ver todas las estrellas del cosmos. Siempre
quise tener uno, o eso creo. La verdad es que estaba alucinado con la
casa. Parecía no terminar nunca. Al bajar de nuevo abajo me encontré
con un chico en silla de ruedas, éste se giró y ambos nos quedamos
mirándonos fijamente. El tiempo se detuvo por un instante era como
si sólo estuviéramos él y yo solos sin nadie a nuestro alrededor.
Ese chico era Uriel y cuando lo vi se me aceleró el corazón era
como un flash back al pasado y escenas se me repitieran en la cabeza,
una noche de tormenta y él arrodillado ante mí diciéndome que era
el elegido.
-Hola Víctor. Cuánto me
alegro de verte.
-Igualmente. Supongo que
también nos conocemos pero por desgracia no puedo acordarme. Aunque
con el tiempo seguro que volveré a recordar. Dije.
Su rostro, su tez, sus
ojos, sus labios, sus manos todo él me transmitía una sensación
extraña, era magnético, me sentía hechizado.
-Tranquilo Víctor estoy
segura que pronto volverás a recordar todo.. Decía Dafne.
Me giré, la miré y un
rayo fugaz fusionó sus pupilas con las mías, quedé completamente
perdido en su mirada, tal fue mi pérdida que por un momento juraría
haber visto através de sus ojos a una joven corriendo por el bosque
con un albo caballo blanco, saltando entre la montaña.
-Tranquilo mi vida, yo te
iré ayudando poco a poco a recordar. Y verás como todo cambiará
con el tiempo. Decía Mery mirando a Dafne con cara de odio.
Volví en sí y la miré
y podía sentir una emoción clavada en el pecho, como si pudiera
notar lo que sentía Dafne al recibir las palabras de mi mujer. Volví
a mirar a Uriel y mi mujer se dio cuenta de ello y le miró con cara
de pocos amigos.
Nos bajaron al salón y
nos quedamos Uriel y yo solos en el salón. Mery subió a cambiarse
de ropa. Emily y Dorothy estaban preparando la comida y Edgar se fue
al dormitorio a leer un poco más el diario. Dafne por el contrario
se salió afuera con Pegaso y mientras lo cepillaba empezó a
recordar.
-¡A por ella, que no
huya!
-¡Traedmela viva o
muerta pero traedmela! Gritaba la reina Selene enfurecida.
-Corre Pegaso corre.
¡Imbris Ventus!
De pronto el cielo
comenzó a nublarse y alzarse una gran niebla. La tormenta dio su
efecto y una gran ola arrastró al reinado al fondo del mar
transformando a todo el reinado en sirenas y tritones.
Volví a mirar a Uriel a
los ojos y me perdía en el azul zafiro que tenía. Aquellos ojos me
hechizaban y me transportaban a un mundo diferente. Noches de luna
azul se paseaban por mi cabeza. Vientos gélidos corrían por mis
venas, petrificaban todo mi ser, la lluvia siento caer sobre mi
cuerpo mas puedo sentir también el dolor de sus heridas. ¿Qué me
está ocurriendo? Criaturas de la noche, música, ferias, risas y
borracheras, gritos y aullidos suenan en mis oídos. Lobo solitario
así es como me siento al mirarle a los ojos, sus ojos me desprenden
un sentimiento de misterio. ¿Qué oculta su mirada? ¿Por qué no me
deja ver más allá de lo que he visto hasta ahora? Todo es muy
extraño para mí, han pasado muchas cosas en poco tiempo, tengo
miedo pero a la vez siento que debe seguir como hasta ahora. Éste
chico es de lo más misterioso, callado, noble, mis sentidos se
agudizan cuando estoy a su lado, tanto que casi puedo sentir su
respiración en mi propio cuerpo.
-¿Qué te ocurre Víctor?
Me decía acercando su mirada a la mía.
En ese momento aparté mi
mirada de la suya ruborizado, la agaché y me sentí avergonzado por
lo ocurrido, no sabía qué hacer, ni qué decir para librarme de
responder por haberme quedado embobado ante su mirada.
-¿Víctor? Insistía.
-Perdona, estaba en mi
mundo..
Una respuesta un tanto
idiota, pero no sabía qué decir. Me sentía aterrado y a la vez
excitado. Tenía el corazón bastante acelerado; su mano se acercó a
la mía y pude sentir el frío que manaba de ella y se evaporaba con
el calor de la mía. El corazón comenzó a ir más y más deprisa.
Toda mi cara ruborizada provocó una subida de temperatura incapaz de
controlar en todo el cuerpo.
-¿En qué pensabas? Me
decía intentando unir nuestras miradas de nuevo.
¿Por qué hace ésto?
¿Qué quiere conseguir con todo ésto?
-No pensaba en nada, sólo
estaba en mi mundo.
-No pasa nada, por
expresar tus sentimientos, debes de liberarte de tus pensamientos, y
dejarte llevar como el agua del río que desciende desde la montaña.
Insinúa algo, éste
quiere saber algo de mí, o sabe demasiado.
-No entiendo, ¿por qué
has dicho eso?
-Sólo me limito a ver a
través de tus ojos, veo misterio, y ocultan dolor.
Mas yo podría decir lo
mismo de los suyos, ocultan un pasado difícil de descifrar.
-¿Misterio y dolor
puedes ver? Le pregunté.
-Sí, mas puedo decirte
que no debes tener miedo. Yo no voy a alejarme de ti, no ésta vez.
¿Ésta vez? ¿Acaso una
vez se alejó de mí?
-Gracias, pero no
entiendo el por qué de todo ésto.
-Tranquilo Víctor, debes
de pensar que todo va a cambiar ahora, tengo la corazonada de que
grandes acontecimientos van a empezar a ocurrir, y yo al igual que tú
tengo miedo, lo siento.
-No puedo pillarte, no sé
qué quieres decir.
Cada vez que habla sus
palabras palpitan en mi corazón, es como una fuerza de atracción,
me siento cual imán. En ese momento, Mery entró al salón y nos
pilló cogidos de la mano. Su cara cambió por un instante, su mirada
fulminó nuestra unión y la quitamos al sentir un chispazo.
-¡Ay! Grité asustado.
¿Qué pasó? ¿por qué
me ha dado la corriente así de pronto?
-Mi amor, debes de estar
hambriento. Vamos, ven te llevaré a la mesa.
Al llevarme, me dejó en
la mesa acompañado de Emily y Dorothy que estaban terminando de
colocar los platos. Dafne entraba del patio y se dirigió para
lavarse las manos. Mery fue al salón a traer a Uriel y aprovechó el
momento para hablar con él.
-No está bien lo que
estás haciendo Uriel. Esa confianza que has tomado con mi marido no
está pero que anda bien...
-Lo siento Mery, no es
confianza, mas yo puedo decir que él siente aún por mí algo.
-¿Cómo es posible que
puedas decir eso ante mí? ¿Puedes recordar?
-Pues claro que sí,
recuerdo todo, aunque prefiero actuar delante de él. No quiero
hacerle daño. Quiero ayudarlo, y tú lo estás haciendo muy mal con
él. Le haces daño de esas formas, actúas muy infantil. Esas hijas
que esperas, han crecido muy rápido y yo sé el por qué. Mas de mis
labios no saldrá nada hasta que no sea el momento. Pero vas a sufrir
mucho, te están consumiendo por dentro como el fuego al cigarro.
-¿Qué estás
insinuando? No te tengo miedo, ¿piensas que me voy a parar ahora?
Ahora todo va como debe de ir.
-Mery, no lo voy a dejar
solo, no ésta vez. Tiempo al tiempo. Nada es lo que parece recuerda.
La luna de sangre aún no ha nacido, el embrujo de la luna azul lo
mantiene perdido.
-No entiendo nada...
-Chicos vamos a comer, la
comida está lista. Por favor venid ya. Gritaba desde la mesa
Dorothy.
-Ésta conversación no
ha terminado. Vas a hablar por las buenas..
-No me amenaces, podrías
acabar muy mal.
Mery y Uriel vinieron a
la mesa y Edgar bajó también. Comenzamos a comer y yo notaba una
tensión en la mesa. Las miradas de todos los aquí presentes es un
tanto eléctrica. Si las miradas mataran yo creo que varios rayos me
hubieran atrapado. No entiendo qué es lo que ocurre. Pero debo de
acabar con éste silencio.
-Bueno chicos, la comida
está deliciosa y tengo que daros las gracias por estar aquí de
nuevo. Estoy muy contento de volver a casa.
Ésto no alivió nada...
las miradas de todos seguían igual incluso podría decir que
comenzaba a haber más tensión.
-Víctor, para mí es una
alegría volver a compartir mesa contigo. Decía Edgar.
-Para mí es un regalo
divino el que hayas vuelto a casa cielo. Decía Dafne.
Mery los miró con cara
de pocos amigos.
-Bueno, parece como si
llevarais siglos sin verle. Al menos ha regresado después de una
mala racha.
Tras esas palabras todos
se quedaron con una cara de sorprendidos, me pregunto por qué será.
Un cierto aroma a mar
volvió a recorrer en mi respiración. ¿Qué querrá decir ésto?
-Por cierto, tengo que
decir que no sé si son sueños lo que he tenido en éstas noches o
más bien recuerdos.
-Cuéntalo hijo. Decía
Dorothy.
-Seguro que son sueños,
mi vida. No te rayes en querer recordar. Todo llegará solo.
-¿Qué hay de malo en
que quiera recordar? Decía Dafne enfurecida.
-No le metas prisa a mi
marido, abuela.
-Deja de llamarme abuela,
¡portadora del demonio!
-Dafne por favor, no
vuelvas a insultar a mi mujer de esa forma y menos delante de mí.
-Víctor.. decía.
-Ni Víctor ni nada, haz
el favor de que en mi presencia se evite esos ataques.
No puedo soportar la idea
de que la desprecien así, aunque veo que están todos muy
interesados en que recuerde, menos mi mujer.. no entiendo el por qué.
-Pero es que no va a
darse cuenta nunca de lo víbora que es Mery. Joder que parece que lo
tiene como si fuera un muñeco vudú. Decía Dafne interiormente.
Uriel no dejaba de
observar la situación, parecía calmado. Supongo que será por su
falta de memoria al igual que yo.
Una vez acabada la comida
me marché a descansar a mi dormitorio, le pedí ayuda a Edgar para
que me acostara en mi cama y éste encantado lo hizo. Mery no estaba
muy convencida pero lo dejó porque ella se encontraba embarazada y
no podía hacer mucho. En pocos días podría dar a luz y lo que
menos tenía que hacer era hacer esfuerzos. Edgar se puso a leerme el
diario como si fuera un cuento y acabé quedándome dormido.
Mientras yo dormía él
aprovechó para continuar leyendo y disipando las dudas que le
surgían mientras leía todo lo narrado en las páginas de mi diario.
“La
luna azul brilla alto en el firmamento, arropada por una gran manta
de estrellas, me encontraba perdido en la obscuridad de éste
universo infinito. La dama de ojos verdes llora mi ausencia, llora mi
muerte. Sus manos ensagrentadas por el puñal que portaba comienzan a
cerrarse y clavarse en las palmas de la joven dama de ojos verdes.”
-No entiendo nada, ¿qué
querrá decir ésto? Se decía así mismo mientras me miraba
entristecido.
-¿Qué estás haciendo
aquí Edgar? Decía Mery mientras se acercaba a la cama.
-Perdóna Mery, sólo
vine para leerle un poco, él me lo pidió.
-Excusas, Edgar más te
vale que te mantengas alejado de mi marido si no quieres que te ponga
de patitas en la puerta.
-Mery, no me parece
madura tu postura. Te estás comportando como una demente. ¿Qué te
ha pasado? No eras así, ¿Qué te ha hecho ser así?
-Estoy perfectamente, tú
no eres nadie para decirme cómo debo de estar o ser. Será mejor que
me marche a la oficina. Debo de dar comienzo a la empresa y no voy a
llegar tarde por entretenerme a hablar con un enfermo como tú.
-¿Enfermo yo?
-Sí, enfermo por ser lo
que eres. ¿Me haces un favor? Lárgate de aquí y no vuelvas a
entrar.
-Será lo mejor, porque
para verte prefiero pincharme los ojos con agujas hirviendo y
quedarme ciego a ver monstruos deformes como tú.
Mery se marchó a la
oficina, y comenzó a ordenar todo por allí. En la casa mientras
tanto yo seguía durmiendo y Uriel aprovechó para entrar al
dormitorio. Se quedó mirándome durante un rato sin hablar. En el
salón, se encontraban Dorothy, Dafne, Emily y Edgar estaban hablando
sobre lo ocurrido en la comida.
-Las formas de actuar de
tu sobrina se están yendo de las manos. Decía Emily.
-No puedo controlarla. Ha
perdido la razón y no se le puede hablar porque podría tener
problemas en el embarazo. Está a punto de dar a luz y lo que menos
necesita es discutir. Pero hay que decir que el embarazo ha sido muy
acelerado y los cambios de personalidad que ha tenido no han ido para
bien. Sino todo lo contrario... Respondía Dorothy.
-Yo no sé qué decir ya,
todo lo que digo va a mal y no soporto la idea de que ella se esté
saliendo con la suya y no podamos hacer nada para impedirlo. Yo no
puedo hacer ahora mismo nada, y menos con mi estado. Decía Dafne.
-Bueno, ¡basta! Dejemos
el tema. Porque ésto no va a acabar bien. Tu sobrina pagará por
todo. Y Víctor no tardará mucho en darse cuenta de lo que ocurre,
la mentira pronto se verá en la luz. Decía Edgar.
-Cuando la luna esté
bien alta en el cielo, las nubes darán paso a los rayos celestes. La
fiera renacerá y la ira se desatará, luz y obscuridad enfrentados
una vez más la gran guerra aún está por llegar. Decía Uriel.
-¿Qué haces aquí? ¿Qué
quieres decir con eso? Decía Dorothy.
-Nada, era un simple
comentario. Víctor aún está malherido y necesita muchos cuidados.
Mery lo está hiriendo sin darse cuenta y puede caer gravemente
enfermo. Respondía Uriel.
-¿Qué significa eso?
Decía Dafne.
-Tiempo al tiempo.
Respondía Uriel.
-Bueno Uriel, ¿por qué
no nos hablas de ti? Apenas te conocemos...
-Será mejor que me
marche a descansar... Decía mientras agachaba la cabeza y evadía el
tema.
Me desperté y me puse a
mirar al techo durante un rato. Quise perderme entre las estrellas
del infinito universo que podía ver encima de mí. -Tengo miedo,
tengo dudas. Me decía. Quisiera poder volver atrás y recordar todo.
Me siento inutil, siento como si fuera un estorbo. ¿Qué se sentirá
cuando caminas? No puedo recordarlo. Edgar intenta leerme mi diario,
pero no consigo recordar nada. Mi mujer está obsesionada con el
tiempo, quiere que lo recupere sin que me ayuden. Pero es imposible,
aunque tiene razón porque ni con esas puedo recordar.
Bueno me alegro que al fin volviesen tanto Victor como Uriel a casa, ya era hora. Me ha encantado la descripción de la nueva mansión, me encanta como la describiste con todo lujo de detalles y como cada habitación tiene la esencia y personalidad de su propietario y lo que más me ha gustado ha sido el jardín, el como quisieron imitar al que Aden les mostró para victor. Bueno se ve a leguas que las cosas se van a poner tensas, pero en cierto modo me agrada ver que Uriel traga a Mery tampoco como los demás, sinceramente creía que se pondria de su lado o algo, la verdad esque no me fié de Uriel desde el principio y aunque ahora Mery se lleve todo mi odio, sigo sin fiarme del todo de Uriel, no se me olvida el como trató a Dafne y los celos que le tenía, pero me sorprende que recuerde todo y bueno si eso sirve para que victor habra los ojos bienvenido sea, aunque no me gustó mucho eso que le hizo sentir a Victor, parece que todos van a conquistarlo y a por su amor pero a los unicos que veo sinceros son a Dafne y a Edgar; pero la verdad me encantaria saber porque sintio ese calambrazo con la mirada de Mery y sobretodo saber a que se refiere Uriel con lo de las niñas y que la están matando, que sabrá Uriel de todo eso? Y bueno ni que decir que me sentó fatal la respuesta que Victor le tuvo a Dafne, no entiendo como puede ser tan ciego, no se como Dafne aun no lo ha mandado a tomar viento y sigue a su lado, de verdad la chica debe quererlo demasiado para aguantar esos desplantes, porque a edgar no se los tiene, o Dafne es tonta o lo ama sinceramente o las dos cosas... y otra cosa que me ha dejado pillada es la escena esa en que recordo como huia de su reino, a qe vino eso? En fin espero que pronto victor empiece a recuperar un poco la memoria y mande a paseo a Mery al menos y tambien a ver cuando Dafne vuelve a ser joven. Ah la escena de la mirada me ha encantado, ojala tenga alguna parecida con Edgar y sobretodo con Dafne. Espero con impaciencia la segunda parte, a ver si hoy puedes subirla, cuando lo hagas avisame.
ResponderEliminarLa nueva mansión va a dar mucho de lo que hablar a lo largo de todos los libros cada habitación oculta un misterio. Cada rincón de la casa tiene una esencia especial y común. Uriel no puede ver a Mery después de lo que está haciendo con Víctor, ahora la pobre se encuentra sola y aislada. Sólo la defiende su tía porque es familia y está embarazada pero que si no.. Uriel no es malo... hai que darle su tiempo para conocerlo.. ¿Te sorprende que recuerde? Todo tiene el por qué.. i sí tuvo su ataque de celos pero tiempo al tiempo.. Uriel sabe más de lo que habla. Pero prefiere mantenerse al margen i observar la situación. La escena del recuerdo de Dafne es algo que va a ocurrir próximamente... están empezando a salir a flote sus sentimientos de odio como al principio. Dafne pronto volverá a ser la que era tiempo al tiempo. Con Dafne ha tenido una pero no tan intensa como con la de Uriel.
ResponderEliminarLa mansión me ha dejado impresionado, tengo que reconocer que Mery tiene muy buen gusto exceptuando la habitación de las gemelas... que va a tener bebes o demonios?, que tétrico. Me extraña tambien que le haya puesto a la habitación de Dafne ese estilismo muy propio de ella, teniendo en cuenta que no la puede ver, pero imagino que será por quedar bien, total los piensa echar a todos en cuanto de a luz y se recupere, o eso creo. En cuanto a Uriel pues si, se ve que sabe mucho sobre Víctor y en general, y pienso que es inteligente y está actuando en estos momentos como debe, sin desvelar nada aún, solo escuchando, deduciendo y callando, creo que no lleva malas intenciones a pesar de que en parte me parece otro posible rival en cuanto al amor de Víctor, tengo curiosidad por saber que tipo de conexción tiene con él como para envolverlo de esa forma, lo bueno es que él también tiene calada a Mery y ojalá ayude a desenmascararla. El calambraso que se dieron fue logicamente por la mirada de odio que les echó "Bloody Mery"... cada dia me parece más bruja, las niñas que lleva en su vientre creo que le va a conyevar un alto precio. La tensión que hay va a terminar muy mal y ahora que están todos juntos y pasando tanto tiempo juntos seguramente estalle todo. Me gusta que Edgar esté tratando de hacerle recordar a Víctor a través de su propio diario,lo del puñal y la dama de ojos verdes me ha dejado un poco confuso, no se que significará pero supongo que pronto se sabrá. Quiero esa mansión, i love it.
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