martes, 23 de abril de 2013

CAPÍTULO 23. NOCHES DE LUNA AZUL.

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CAPÍTULO 23. NOCHES DE LUNA AZUL. 

Querido diario, han pasado ya cuatro semanas desde que he vuelto a casa y la verdad todo ha ido muy rápido. Tengo aún esa espina clavada en el pecho que me impide seguir. Durante éstos días en la ausencia de mi mujer, Edgar me ha estado ayudando a caminar y acompañando a la rehabilitación  Estoy empezando a poder caminar, pero aún me cuesta, Uriel ha mejorado bastante rápido. Él ya puede caminar por sí solo, le tengo un poco de envidia, la verdad es que tengo ganas de poder caminar como todos y correr por todos lados. Dafne en mis ratos de descanso se sentaba frente a mí para poderme ayudar a recordar pero no me dirigía la palabra. Cuando estaba a mi lado sentía la sensación de que quería decirme algo pero no podía ver el qué. Se ha vuelto muy misteriosa últimamente, lleva días encerrada en el ático y del ático al invernadero y del invernadero al dormitorio. Apenas come, sólo se limita a salir para picar algo y para sentarse frente a mí a que la mire a los ojos. ¿Qué querrá conseguir con eso? Edgar por su lado se comporta también diferente, mientras me ayuda a caminar siento como si sus manos transmitieran la necesidad de hacer algo con las mías al entrelazarse. Yo lo miraba a los ojos y él me evitaba la mirada. En la casa todo anda raro y nadie dice nada. Como sigan así, yo me volveré loco. Uriel es el único que se empeña en tener contacto conmigo, quiere pasar la mayoría del tiempo conmigo aunque él se ve que oculta algo también. Le he oído varias veces llorar en la terraza y cuando cesaba me parecía escuchar una armónica. Tocaba una melodía que la verdad me era muy familiar. Mi mujer cada día que pasaba estaba más y más insoportable, supongo que será por los dolores que le provocan las gemelas. Está más pálida que nunca y se ve consumida, como si fuera una planta apunto de morir. En las ecografías que le han hecho no han podido ver nada, es como si las gemelas no quisieran que las viésemos, me resulta todo muy extraño pero a la vez misterioso. Nadie quiere dar la cara, ¿Qué están ocultando tras esa máscara? Ésto de estar tanto tiempo solo, hace que le de muchas vueltas a la cabeza. En mis sueños últimamente he tenido la sensación de haber vivido esas escenas antes. Pero los veía borrosos no me dejaban ver más allá de esa niebla. Sólo podía escuchar la voz fémina y el calor de una persona querida intentando calmar una ansiedad. He encontrado ésta piedra entre mis cosas. No sé qué significa, pero la verdad es que me parece lo más interesante.

-Víctor.. ¿Qué haces? Decía una voz detrás de mí.

Me giré y la vi, era ella la dueña de aquella dulce voz.

-Dime Dafne. Ya extrañaba oír tu voz después de éstas semanas. Le dije.

-He venido a verte y enseñarte una cosa. Sólo espero que haga efecto. Tuve que volver a empezar de nuevo, porque había desaparecido el frasco.

Me enseñaba un frasco de cristal con un líquido magenta brillante en su interior. ¿Qué querrá hacer con éste frasco?

-¿De qué se trata? Le dije.

-Víctor sólo voy a tener una oportunidad, me encuentro débil y cada día siento que se me acaba el tiempo. Necesito que me mires fijamente y veas lo que voy a hacer. Quiero demostrarte que mis palabras son sinceras, ¿ves la luna? Pues vamos a salir a que haga su trabajo.

No entiendo nada de lo que dice. ¿Qué tendrá que hacer bajo la luna?

-Vale.. pero no entiendo nada.. ha de ser importante supongo..

-Lo es, y necesito que confíes en mí. Llevo días trabajando en ésto y lo he esperado todo éste tiempo desde que ocurrió lo que nunca tuvo que ocurrir.

-Desde que ocurrió ¿el qué? ¿qué no tuvo que ocurrir? Le dije.

-Tu accidente, mi “muerte” tu casi muerte. Víctor es hora de que sepas toda la verdad.

¿Mi muerte? No entiendo nada de lo que dice. Se la ve muy preocupada y con las lágrimas casi apunto de salir de sus hermosos ojos verdes. Se colocó tras de mí y me llevó hacia el patio. Una vez allí llamó a los demás y ellos se colocaron tras de mí. Ella se desnudó y yo todo cortado le dije: -Haz el favor de vestirte. ¿Qué estás haciendo?

-Víctor, por favor déjala. Ella sabe lo que hace.. Decía Dorothy.

-A ésta mujer le gusta desnudarse por lo que veo.. Dijo Edgar.

-Edgar por favor.. Decía Emily.

-Sea lo que vayas a hacer, hazlo rápido.

Dafne comenzó a entrar en el pequeño lago donde se encontraban los cisnes. La luna comenzó a verse e iluminó a Dafne. Su cuerpo comenzaba a cambiar de forma y a brillar, los rayos de luna desprendían un brillo muy intenso y grandes rayos de luz cegaban los ojos al mirarla. Dafne se transformó en una sirena, pero no era hermosa, si no una criatura monstruosa. Aterrado por lo que vi, comencé a gritar y a querer marcharme. No podía creer lo que mis ojos veían. Su cuerpo pálido ahora estaba más pálido aún, sus pechos estaban rejuvenecidos pero su tamaño había reducido. Sus vientre marcaba la silueta de sus huesos, sus brazos esqueléticos reflejaban el más puro desgaste, sus piernas se habían transformado en una enorme y larga cola con tono apagado. Sus manos eran alargadas y finas con largas y afiladas uñas. Sus ojos habían cambiado a negros y sus labios ahora eran finos; de los cuales salían unos dientes afilados, sus pelos cambiaron su forma y color. Sus ojos no dejaban de mirarme, su rostro desprendía una rabia inmensa. Yo tenía miedo, quería salir corriendo de aquel lugar, me empezaba a encontrar mal. Uriel me cogió de la mano y me dijo: Tranquilo, estoy contigo. Lo miré y me calmé. Siempre sabe sacar las palabras correctas conmigo. Dafne Abrió el frasco de cristal y comenzó a beber. El viento comenzaba a mover las ramas de los árboles de un lado a otro. Tras finalizar de beber el frasco, éste cayó al agua y ella se hundió. Al hundirse sentí un impulso de levantarme de la silla de ruedas y correr. Así fue, me levanté pero la fuerza aún no era suficiente para caminar y caí de rodillas. Me sentía impotente, el no poder caminar me hacía sentir inferior a los demás y mis ojos no dejaban de llorar y gritar su nombre. Se me vino a la cabeza una escena como un deja vu, juraría haberla vivido antes. Sentí como caía desde un precipicio y me sumergía entre las olas del mar. Todos corrieron a mí a ayudarme a levantarme e incorporarme en la silla y en el lago una luz comenzó a salir desde el interior. El agua comenzó a elevarse en el aire y tonos rosados y dorados destallaban desde las aguas. Los cisnes se acercaban a la luz y la rodeaban alzaban su cabeza y abrían las alas; de entre las aguas se podía ver como emergía un luz más brillante que la anterior y entre ella una silueta femenina se podía ver a través de la luz.

El cuerpo era alto y escultural, su tez era blanca como la nieve, sus labios eran carnosos y rojos como la sangre, su largo cabello rojizo tapaba su enorme y redondeado pecho. Podía ver como por segundos aumentaba su tamaño y forma, su cintura se iba ensanchando y sus costillas iban dejando de ser marcadas. Sus brazos aumentaban su grosor y sus finas manos comenzaban a verse en mejor estado, sus piernas dejaron de ser una larga cola y pasaron a ser unas largas, finas y hermosas piernas. Sus ojos habían cambiado de color ahora eran verde y brillaban muy intensamente salió del lago y comenzó a caminar hacia a mí. Sus ojos no dejaban de mirarme, yo no sabía para donde mirar. ¿Qué había ocurrido? ¿Quién es ésta joven? Es hermosa, cierto es. Pero ¿Qué ha pasado con Dafne? ¿Dónde ha marchado? Y.. ¿Dónde está aquella criatura?

-Hola Víctor, ésta es mi verdadera forma.

-¿Quién eres tú?

-Soy Dafne.

¿Dafne? Tenía miedo, no era capaz de asociar una persona con otra. ¿Cómo ha sido posible que rejuvenezca tan aceleradamente?

-La magia ha hecho su efecto. Dijo Dafne mientras me cogía mi cara para mirarme fijamente a los ojos.

-¡Deja a mi marido en paz! Gritaba Mery desde la puerta.

Edgar se giró y sintió un pinchazo en el corazón, éste cayó al suelo y la luna lo iluminó. Su cuerpo comenzó a arder, un humo azul comenzó a emerger del cuerpo, él se retorcía de dolor. Todos asustados acudieron a él, la fiebre comenzó a subirle y su cuerpo temblaba. Mery al asustarse comenzó a tener contracciones todos asustados no sabíamos qué hacer. Ni como actuar, Dafne se colocó la ropa que se desquitó y Edgar comenzó a romperse la ropa. Su cuerpo parecía cambiar de forma la columna sus brazos, sus piernas. Su cuerpo parecía romper sus huesos, sentía el dolor en mi propio cuerpo. Me siento inútil  no puedo moverme y ayudarlo, sólo soy una carga más y un dolor más para todos. Quiero desaparecer, mi mujer está sufriendo dolores de parto, mi amigo tirado en el suelio sufriendo éstos dolores y una mujer acaba de aparecer del lago. Son muchas cosas para un rato. El cuerpo de Edgar comenzó a llenarse de pelos y su cara comenzó a alargarse, sus manos y pies comenzaron a transformarse en zarpas. Una enorme y larga cola le creció tras acabar su columna, de su boca salían enormes colmillos y un aullido nacía desde el interior de sus cuerdas vocales. Estoy asustado, ¿Qué le pasó a Edgar? ¿Por qué se ha transformado en un lobo? ¿Qué está ocurriendo? Edgar se acercó a Mery y le pegó un zarpazo en la barriga dejándola inconsciente y desangrada en el suelo. Yo gritaba desesperado.

-¡Parad ya! ¡No os dais cuenta de lo que estáis haciendo! ¡ Dejadme en paz! Gritaba mientras lloraba. La ansiedad pudo conmigo y huí de allí moviendo las ruedas de mi silla.

Tras el zarpazo Edgar intentó atacar a los demás pero las nubes cubrieron la luna azul y éste volvió a su estado normal. Quedó completamente desnudo y debilitado en el suelo. Dafne corrió en mi busca junto con Uriel y éste la detuvo en el camino cogiéndola de la mano.

-¡NO!, para déjale marchar, no es el momento. No debes presionarlo.

Edgar quedó solo, Dorothy y Emily acudieron corriendo a ver a mi mujer, se encontraba muy debilitada por el ataque de Edgar. Se escuchan llorar a unas criaturas indefensas en el interior del vientre de mi mujer. Emily las ayudó a salir, eran unas gemelas verdaderamente hermosas. Y nacieron en un momento bastante violento. Las garras de Edgar habían atravesado todo el vientre penetrando fino cual cuchillo atraviesa la piel, haciendo saltar la sangre en el golpe seco. Mi mujer estaba teniendo complicaciones respiratorias, había perdido mucha sangre. Dorothy corrió a llamar a la ambulancia y ésta vino de camino. Mientras llegaba la ambulancia incorporaron a mi mujer en una silla y limpiaron a mis hijas. Eran hermosas, su piel era pálida como la nieve, sus ojos azules como el cielo, sus labios carnosos y su cabello rubio como el sol de las mañanas. Ambas tenían en sus brazos una marca de un pentagrama. Era una marca de nacimiento de lo más extraña. La ambulancia llegó y las tres fueron llevadas al hospital. A mis hijas las llevaron para comprobar que estaban bien y sanas y a mi mujer al quirófano para operar la grave herida que Edgar ocasionó.

Estuvieron las tres toda la noche en observación, mi mujer estuvo a punto de morir por la cantidad de sangre que perdió la herida se le infectó y la fiebre comenzó a subirle. Mis hijas por el contrario se estaban alimentando de la obscuridad y los doctores le estuvieron haciendo análisis de sangre para comprobar que todo iba bien. En los análisis salió que su grupo sanguíneo era diferente a todos los conocidos. Y que sus hormonas se encontraban aceleradas. Los utensilios quirúrgicos se doblaban con los llantos de mis pequeñas y los doctores asustados las encerraron en una habitación solas. Mas solas no estaban una sombra las veló durante toda la noche.

Mientras tanto en mi mansión yo me encontraba llorando en mi habitación Dafne insistía en querer hablar conmigo y golpeaba la puerta. Yo la ignoraba y ella insistía más y más, Uriel le gritó para que dejara de golpear la puerta y ésta marchó a su habitación a llorar por lo ocurrido. A Edgar lo llevaron a su habitación y durmió toda la noche. A la mañana siguiente bajé a desayunar y me lo encontré en el camino hacia la cocina pero le volví la cara.

-Víctor.

-Déjame en paz, y no vuelvas a dirigirme la palabra. ¡Monstruo!

-Pero Víctor..

-He dicho que te largues, y que me dejes en paz. ¡Me entendiste!

Acto seguido bajó las escaleras cabreado y pegó un portazo. Yo salí del ascensor y me dirigí hacia la cocina comencé a desayunar mi vaso de zumo de naranja y mis tostadas de tomate, en ese momento entró Uriel y Dafne por puertas diferentes y sin dirigirse la mirada ni el habla. Yo les giré la cabeza y les ignoré.

-Víctor tengo que hablar contigo.

-Déjame en paz. ¡Bruja!

-Pero.. Víctor, tengo que hablar contigo.

-Ha dicho que lo dejes en paz.

-Quiero que me dejéis en paz todos. ¡Monstruos! ¡Desapareced de mi vista para siempre!

Me cogí mi desayuno y me lo coloqué en las piernas y comencé a darle vueltas a las ruedas de mi silla y salí de la cocina.

Dejé mi desayuno en una mesita que había en la entrada de la mansión y salí afuera. Comencé a pasear por la acera y veía que todos me miraban. Sentía como sus miradas iban dirigidas a mí y a mi silla. Sentían pena y lástima por verme indefenso e inútil con éste aparato. Comencé a humillarme y despreciarme, me odiaba por estar en éste estado. Estaba cansado de dar pena y ser una carga para la gente, no podía soportar las miradas de los demás sobre mí. Continué mi camino y llegué al parque del lago de Cristal y me coloqué cerca de la orilla junto a los rosales. Y sentí la sensación de que alguien había entre los rosales. Una bandada de palomas alzó el vuelo de entre los árboles hacia el celeste azul del cielo. Y un par de palomas blancas comenzaron a sobrevolar mi cabeza, los rayos del sol se filtraban entre las ramas de los árboles y se reflejaban en las aguas cristalinas del lago y chocaban con mis ojos. Sentí como si unas gélidas manos rozaran mi rostro y comenzaran a limpiar mis húmedas mejillas que las lágrimas derramadas dejaron caer de mis ojos. La brisa se levantó y me arropaba acompañada por el canto de los pájaros.

Mientras tanto en la mansión Uriel y Dafne discutían y Edgar entró enfurecido con una pistola.

-No te das cuenta que estás haciendo daño a Víctor.

-Sólo quiero hablar con él y explicarle lo ocurrido anoche.

-¿No tuviste bastante con agobiarle anoche? ¿No te das cuenta que no quiere nada de ti? Parece mentira que no aceptes la realidad. Mery te ha ganado, ha sabido bien jugar sus cartas. Y tú por usar la magia en beneficio personal has perdido tu grandiosa oportunidad.

-Maldito seas, deja de recordarme que ese demonio ha conseguido lo que quería y ha sabido usar las cartas a su favor pero no ha acabado del todo. Porque en cuanto Víctor recupere la memoria la mandar bien lejos de aquí.

-Bien lejos es os donde os voy a mandar yo ahora ¡malditos monstruos! Gritaba Edgar desde la puerta con una pistola en mano y disparándoles.

-Edgar, por favor baja el arma. Decía Dafne asustada.

-Edgar no lo hagas, te podrás arrepentir. Decía Uriel.

-¿Me voy a arrepentir? En la vida, por vuestra culpa ahora Víctor me odia, por culpa de la magia, la maldita magia está como está. Bruja del demonio por tu culpa estuvo a punto de morir, por tu culpa está en la silla de ruedas, por tu culpa no recuerda nada. Digo de estar yo en aquel momento y yo te hubiera matado con mis propias manos. Seguro que tú tuviste algo que ver con lo que me ocurrió anoche.

-No me culpes de algo que no tuve nada que ver, lo que pasó anoche fue por la luna azul, pero no entiendo por qué te afectó a ti de esas formas. Era la noche de brujas la noche del 24 de Junio.

-No me des explicaciones, no las necesito, a las pruebas me remito. Por tu culpa ahora Víctor me odia. Soy un monstruo para él pero no conoce la verdad, los monstruos sois vosotros desde que habéis aparecido en su vida, me habéis arruinado la vida a mí y a toda la familia. Por vuestra culpa ya nada es como era. Mery se ha salido con la suya y ha abusado de Víctor y ha dado a luz a dos endemoniadas que las hace llamar hijas. Voy a acabar con todo ésto ahora mismo. ¡Maldita mil veces maldita seas! Estoy cansado de tanta maldad.

Edgar apuntó a Uriel y disparó, éste falló y rozó el brazo de Uriel, éste cayó al suelo y Edgar también, al caer volvió a disparar y ésta vez no falló, el disparo paró en la barriga de Dafne y ésta cayó al suelo desangrada. Emily había golpeado por detrás a Edgar, había venido a recoger muda para Mery y algo de ropa para las gemelas. Le quitó la pistola a Edgar y éste corrió hacia su habitación corriendo llorando. Emily los metió en el coche y los llevó corriendo hacia el hospital. Yo aún seguía en el lago despreciándome y odiando todo lo ocurrido.

-Odio la magia, odio esa brujería negra con la que juegan sólo me han usado, me han destrozado la vida, han acabado con mi vida y con mi mujer. Me tienen engañado y me han utilizado como su muñeco.

Me toqué el hombro y me noté sangre, me asusté al verme la mano manchada en sangre no sabía lo que había ocurrido, sólo que sangraba pero no tenía ninguna herida. No dejaba de llorar y de despreciarme. Todo había acabado para mí, ¿ésta era la nueva vida que iba a tener? Toda mi cabeza me daba vueltas, la visión se me nublaba por las lágrimas que mis ojos entristecidos derramaban. Nada de ésto tiene sentido. Volví a casa y me la encontré vacía, subí por el ascensor y sentí a alguien llorar. Me pareció que era Edgar pero lo ignoré y me encerré en mi habitación, no quería saber nada de nadie. Me quité la camisa y fui al lavabo a limpiarme la sangre. Ésta vez sí tenía una herida, era una quemadura.

-¿Qué me habrá quemado?

Pensé que me habían hecho magia negra o algo, porque no había sido nada normal que me apareciera aquella extraña herida así sin más. Me escocía y me ardía pero intentaba aguantar el dolor, mas era insoportable, sentía como si me estuvieran despellejando la carne.

En el hospital los doctores le extirparon la bala a Dafne y le curaron la herida, había perdido mucha sangre y la pusieron en reposo. A Uriel le estaban curando la herida sólo había sido una pequeña quemadura, la bala le había rozado y levantado la piel.

Me acosté sin comer y esperé mi muerte en la cama.

La noche llegó y aún no habían vuelto a casa, abrí la puerta de mi habitación y me encontré a Edgar frente a mi puerta, retrocedí para atrás y cerré de golpe; eché el pestillo y éste comenzó a golpear la puerta llorando.


-¡Víctor maldita sea abre la maldita puerta!

-¡Lárgate, no quiero saber nada de ti! Le gritaba.

-No pienso marcharme hasta que me escuches. Insistía golpeando y pataleando la puerta.

-Que te marches, si no quieres que llame a la policía.

-Llama a quien te de la gana, pero no pienso marcharme hasta que me escuches. Nada de lo que pasó anoche tuve yo que ver.

-Tus palabras no tienen sentido para mí, no merece la pena que te disculpes. Mis ojos fueron claros con lo que vieron. Quisiste matar a mi mujer maldito seas ¡monstruo!

-No fue mi intención, no sé qué me ocurrió. Por favor Víctor, déjame explicarte. Déjame verte al menos. ¡Víctor joder!

-¡Lárgate he dicho!

El silencio conquistó el pasillo y aproveché para abrir la puerta, no había nadie. Miré hacia un lado y hacia el otro y no vi a nadie. Se marchó, me hizo caso y se largó. Moví mi silla hacia el ascensor y mientras me dirigía hacia él algo por detrás me detuvo. Asustado giré mi cabeza y era él. Giró la silla me miró fijamente a los ojos y me besó.

Tras ese momento, el tiempo se detuvo y todo comenzó a darme vueltas. Comencé a ver muchas escenas juntas dando vueltas como en una noria. Todo volvía a venir a mi mente, una joven bajando unas escaleras en una noche de fiesta. Unas maravillosas vistas en un barco, una trágica escena en un acantilado. Abrí los ojos y me separé de él, lo miré a los ojos y le dije: -Edgar, no vuelvas a hacerlo.

¿Qué habían sido todas esas imágenes que vi? Nada tiene sentido, me voy a volver loco con tanto misterio. Nada me dice la verdad y nada termina de contar. ¿Por qué no puedo recordar? ¡Por qué! Gritaba de impotencia mientras lloraba. 

2 comentarios:

  1. Joder cuanta tragedia, imaginaba que pronto iba a pasar algo así pero me ha sorprendido las formas en la que ha ocurrido todo... Me ha dado mucha pena de Víctor sinceramente, el pobre no recuerda nada, debe ser para volverse loco, encima no se puede mover como quisiera. No me puedo imaginar como se sintió Víctor al ver a Dafne convirtiendose en semejante criatura, es que si llega a tener piernas sale corriendo a la velocidad de la luz, que susto.. se supone que hizo eso para no seguir engañandole no? pero no se, en el estado que él se encuentra yo no lo hubiese hecho, ahora la ve como un monstruo al igual que a Edgar que eso si que me ha sorprendido =S convirtiendose en lobo? desde cuando se convierte en lobo?, vale que era la luna azul, pero se supone que solo las brujas o brujos pueden transformarse en lobos en noches de luna azul, y se nota que odia a Mery, se fue directamente hacia a ella para atacarla, un error por su parte pero claro, en ese momento no era él, no podia controlarlo imagino. Entonces Dafne se ha curado definitivamente? eso no me ha quedado muy claro.. y las niñas, mas que niñas parecen extrañas criaturas, y esa marca del pentagrama me escama, está claro que no son muy normales, por que eso de que doblen el material quirurgico con el llanto... y que tengan un tipo de sangre diferente, si se alimentan de las sombras muy buenas no son, o fueron engendradas por el mal (que se encuentre dentro de Mery) o algo asi, no me gusta mucho eso. Me he sentido mal al ver como se sentia Víctor, tan humillado y despreciado.. y tan solo, es demasiado lo que está pasando a su alrededor y el no recuerda nada, con lo cual debe ser horrible lo que está sintiendo, bueno... y la reacción de Edgar en la mansión, puf creo que se le ha ido de las manos, aunque lo entiendo, el siente que todos tienen intereses hacia su amado, ha visto como algunos le quieren hacer daño y todo lo que pasa, todo el odio y resentimiento creo que le ha hecho cometer eso, le duele ver como Víctor le huye y no quiere saber nada de él, lo odia por lo que le hizo a su "mujer" desde luego por que no sabe quién es, si lo supiera todo sería distinto... Víctor sufrió la herida de la bala que sufrió Uriel, ellos dos son como una misma persona, lo que le pasa a uno le pasa al otro, lo que me gustaria saber es de donde nace esa conexción y que puede significar, y espero que pronto. A dafne le ha caído el mismo castigo que a Edgar, por transofrmarse en ese ser, sabiendo que Víctor no iba a reaccionar muy bien con su perdida de memoria, pero ella pensaba en que le queda poco tiempo y sentia la necesidad de hacerlo por si se le hacia tarde, pero ahora pues tambien la ve como a un monstruo, en realidad lo es por esa maldición que lleva encima o llevaba, ya me dirás. Yo en este momento a Víctor lo veo muy indefenso, y los demás deberian de calmarse un poco y pensar más en él, no dejarse llevar por los sentimientos ya sean buenos o malos, darle tiempo a él y ser muy pacientes, cuanto mas lo presionen mas lo empujan a la posesa loca de Mery. Por lo visto los besos de Edgar le hacen recordar vivencias, eso puede ser muy bueno aunque por otro lado lo confunden mas, pero si de esa forma puede ir encajando poco a poco las piezas del puzzle, espero que Edgar le de muchos besos más.

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  2. La verdad es que sí, el pobre está sufriendo bastante todo i encima están ocurriendo cosas mui seguidas i mui rápidas i no le da tiempo a relacionarlas. I sí, lo hizo para poder mostrarle la realidad. Respecto a Edgar, recuerda que en Oz aprendió a usar la magia i uno de los hechizos era el de transformarse en lobo... i la magia iba relacionada con sus emociones la luna sólo fue un empujoncito. I sí, Dafne ia se ha curado definitivamente, pero debe mantenerse atenta para no recaer. Porque más adelante volverá a caer... Entre Víctor i Uriel hai algo más que una amistad.. que pronto se descubrirá. Pero por ahora se oculta en las sombras..

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