CAPÍTULO
7º LA PRINCESA DE CRISTAL.
¿Alguna
vez has imaginado qué se sentiría ser princesa por un día? Yo
imaginé ser normal por un día. Desde muy pequeña he sentido como
si todo lo que hacía era para hacer un bien. Pero no era un bien
para mí, si no para mi padre. Desde que era pequeña, mis padres me
han estado inculcado y formando para ser toda una princesa. No estoy
preparada para ejercer éste papel.
Todos
los días me levantaba temprano para dar clases de equitación,
protocolo, idiomas. Yo no quería ser una princesa así, yo quería
ser una más. Juntarme con la gente de la aldea y ser parte del mundo
normal. Tan sólo deseaba pasar desapercibida y que nadie me tuviera
todo el día en la boca, por ser conocida y famosa. Sobretodo por ser
la hija del rey Apolo y la reina Selene.
Ahora
todo en mi vida ha cambiado por completo, yo ya soy mayor y no estoy
para éstas cosas. Tengo miedo de morir, me queda poco tiempo. Todo
mi trabajo se ha ido agotando poco a poco. No encuentro la solución,
quizá me lo merezca por ser quien soy, y sobre todo por ser quien
fui. Espero que no me encuentren aquí donde estoy, tengo miedo de
que me encarcelen para siempre. Pero tengo la necesidad de huir y
buscar respuestas a mis preguntas. Debería de volver a Nimsville,
pero.. ¿y si nadie me quiere ver de nuevo?
Tengo
otro miedo, ¿pensarán que estoy muerta?, o..¿Habrán descubierto
quien soy?. Estoy en un mar de dudas, y no encuentro respuestas a mis
miedos. Por culpa de mi difunto padre hoy soy quien soy.
Año
550 A.C.
-¡Dafne
querida vuelve a casa tu padre te llama! Me gritaba mi criada.
Me
bajé del caballo y marché a palacio, allí mi padre me esperaba en
la terraza con cara de malos amigos como siempre.
-Pequeña
Dafne, algún día todo éste reino será tuyo, mas para ser la
heredera de todo éste reino deberás de pasar muchas cosas. Me decía
mientras me pasaba su brazo por el hombro.
-¿A
qué se refiere padre?
-Nunca
llegarás a ser reina por mucho que sepas idiomas o montar a caballo.
Me decía mientras me humillaba y despreciaba mis aprendizajes.
-Padre,
yo no deseo ser una reina, yo deseo ser normal como cualquier otra
chica, no deseo destacar ante el pueblo por ésto.
-¡¿Cómo
osas despreciar el nombre de nuestra corona?!, Nunca nadie ha osado
manchar nuestro nombre. Me dijo acompañado de una bofetada.
Salí
corriendo hacia mis aposentos, y una vez allí me puse a llorar de la
impotencia.
La
noche llegó al reino y quise escaparme para ser una chica normal, y
acabé adentrándome en el bosque prohibido.
Mis
padres desde pequeña me prohibieron adentrarme en él ya que allí
habitaba una bruja que se apiadaba de las almas de los jóvenes para
mantenerse siempre joven y bella. A parte, robaba el corazón de la
persona y se lo guardaba en una cripta.
No
me importó para nada lo que me decían mis padres, yo sólo ansiaba
cambiar y ser parte del mundo. Encontré la cabaña donde habitaba
ésta mujer y ella me invitó a pasar.
-Pasa
pequeña, no tengas miedo, no voy a comerte, estoy ya muy mayor para
esas tonterías.
-Buenas
noches señora, no era mi intención molestarla, sólo pasaba por
aquí.
-Tranquila
pequeña, no des explicaciones. ¿Eres la princesa de Atledia no?
-Sí,
señora, soy la princesa. Pero no me gusta que me llames así,
prefiero que me digas Dafne. No quiero ser princesa, deseo ser una
muchacha común.
-Conocí
a tu madre cuando era pequeña, mas esa decisión tuya me es familiar
por ella. Tengo que decirte, que todo poder requiere de un sacrificio
y si tú deseas ser libre y común tendrás que pagar caro tu deseo.
-Hablas
como si hubiera solución a mi deseo.
-Lo
hay pequeña Dafne, lo hay. Mas puedo concederte el deseo pero
tendrás que aprender mucho antes de realizarlo.
-¿Cómo
podría hacerlo?
-¡Magia!
-¿Magia?,
entonces.. ¿Es verdad que usted es una bruja?
-Prefiero
que me digas hechicera. Bruja suena a vieja capitalista. Puedo
enseñarte magia, verás que divertida es.
-Pero..yo
no tengo poderes.. ¿Cómo voy a hacer magia?
-Querida,
tienes lo necesario para poseerla. Valentía, belleza, iniciativa,
deseos y ansias de poder cambiarlo todo. Mas debes de ser fría y sin
sentimiento.
-Quieres
decir que no me sienta culpable de mis actos ¿verdad?
-Correcto,
tan sólo necesito a cambio un mechón de cabello.
-¿Cuándo
empezamos?
-Veo
en ti un gran potencial mi pequeña Dafne, ésta noche será la ideal
para el comienzo. Mañana nos veremos aquí de nuevo.
Marché
de nuevo hacia palacio, y una vez allí entré a mi aposento. Mi
madre estaba en la cama sentada esperándome. Se encontraba llorando
y melancólica, algo me decía que mi padre tuvo que ver en su
estado.
-Hija,
¿dónde has estado? Me tenías preocupada, tu padre me contó lo
ocurrido. Dijo que estás enferma y que vas a necesitar ayuda médica.
Mañana iba a ser tu coronación ante el público pero estando en tu
estado no podremos celebrarlo.
-¿Enferma?,
estoy bien madre, ¿Por qué decís eso?
-Sabía
que ibas a decirlo, tu padre ya me advirtió, mañana mismo será tu
coronación y no hay más nada que hablar. Decía felizmente mientras
salía de mis aposentos. -Debes de saber que no volverás a salir a
la calle hasta mañana, eso de escaparse ha estado muy feo. Decía
mientras cerraba con llave la puerta.
-¡Madre,
no!, ¡no me encierres! Gritaba llorando de la impotencia.
Estaba
destinado, iba a ser reina obligada por mis padres, primero que no lo
iba a saber hacer el papel de reina y luego me obligan. Nunca han
contado conmigo para nada. Siempre he sido la que hace todo lo que
mandan. No tengo ni derecho a hablar ni a elegir sobre mis
decisiones. De pronto la puerta se abrió.
-Querida
Dafne, mañana será la boda con el príncipe.
-¡Pero
padre!
-No
hay más nada que hablar, está todo planeado, él se va a casar
contigo para agrandar nuestros reinos, y así poder ampliar nuestras
tierras.
-Padre,
no amo al príncipe, no voy a casarme sin amor, no quiero ser una
esclava del amor infeliz de por vida.
-Yo
tampoco amaba a tu madre cuando nos casamos. Y ahora somos una pareja
de lo más feliz.
-Me
niego a ser quien queréis ser. Decía mientras me cepillaba el
cabello frente al espejo.
-Serás
una gran reina querida, una de las mejores que jamás hayan reinado
en éste mundo. Me decía mientras me pasaba sus manos por mis
hombros bajando hacia mis pechos.
-Padre,
¡déjeme en paz! Le dije mientras me levanté y apartaba
bruscamente.
-¿Has
pegado a tu padre?, ¿has levantado tu sucia mano al que te ha dado
todo lo que hoy posees?
-Perdóname
padre, no ha sido mi intención. Lo siento.
-¡no
te atrevas a tocarme! Mañana será la boda y no hay más nada que
hablar, hasta entonces en tus aposentos estarás encerrada bajo
llave.
-¡NO!
Tras
su salida de mis aposentos, abrí mi ventana y salí por ella con
cuidado de no resbalarme para no caer al mar. Bajé por las escaleras
y salí a escondidas de palacio hasta el bosque. Una vez allí,
llegué a casa de la hechicera y me atendió muy humildemente.
-¿Querida
por qué me lloras?, ¿Qué te ha pasado?
-Mi
padre ha intentado meterme mano, y me ha obligado a casarme mañana
con el príncipe para poder ser reina de Atledia. No quiero casarme,
no quiero ser reina, deseo acabar con todo ésto.
-Toma
querida, creo que ésto te pertenece, te la has ganado, es una piedra
de portal, te llevará a otro mundo diferente a éste y te voy a
enseñar la magia como te prometí ya está la luna azul bien alta en
el celeste. Ha llegado el momento.
No
entendí nada de lo que decía, mas sólo escucharla me hacía pensar
en otra cosa que no fuera en mis padres, sólo deseaba ser libre y
poder huir lejos. Toda la noche estuve practicando la magia pero para
que fuera una gran hechicera necesitaba algo sumamente fuerte como
para aguantar el sacrificio. Marché de nuevo a palacio y mi
aerópetra no dejaba de brillar, tenía miedo pero necesitaba acabar
con todo ésto. Entré en el aposento de mis padres y ahí estaba él
durmiendo. Mi madre no estaba aún en la cama y aproveché el momento
que más ansiaba. Me subí encima de él y le arranqué el corazón.
-Ahora
tu corazón me pertenece, y no podrás volverme a obligar a nada. Le
dije mientras veía su cuerpo ensangrentado.
Huí
a mis aposentos y realicé el conjuro alathor y transformé al
corazón en un hermoso corcel blanco al cuál bauticé como pegaso.
Huí por la ventana volando hasta el patio y huí de palacio sin dar
ninguna explicación.
Cuando
madre entró a su aposento, vio el cadáver de mi difunto padre y
supuso que había sido yo, mas podía percibir el aroma de mi perfume
entre sus sábanas. Llena de ira, mandó a los guardias reales salir
en mi busca. Yo ya estaba bien lejos de palacio pero tenía el miedo
de que me encontraran. Así que invoqué el hechizo de las tormentas
y maldije el reino. Pero no todo salió como debía de salir, yo
acabé maldita y acabé transformándome en un ser maligno y odiado
por las gentes al igual que los habitantes de mi reino. Me transformé
en sirena y mi reino acabó hundido en las profundidades del mar. A
lo lejos podía ver como los guardias reales cabalgaban en mi busca y
yo huí más rápido que un rayo. Mi aerópetra brilló como nunca
antes lo había hecho y un portal abrió hacia un mundo sin magia.
-Te
lo dije querida, toda magia requiere un sacrificio, más tú ahora
estás condenada al odio y la desdicha. Los cabellos de tu padre
guardarás como si tu alma guardaras. Ellos serán tu amuleto.
Monstruo en agua convertirás y en la tierra joven y hermosa serás
hasta que un alma enamorada te mire a los ojos y por él te acabes
por enamorar. Me decía la imagen de la hechicera en lo alto de la
montaña.
Al
bajar la montaña me encontré con dos jóvenes que cambiaron por
completo mi vida Víctor y Uriel. Pero a uno de ellos ya lo conocía
de antes, lo había visto en sueños. Era joven y apuesto, no podía
ser real, pero estaban los dos juntos de nuevo. Vivimos grandes
momentos juntos y gracias a ellos pude ser yo misma hasta que sin
darnos cuenta acabé teniendo una fijación por él. Y al ver mi
belleza destruida cegada por el odio me encerré en mí y maldije mi
alma más aún. No podía soportar ser ahora un bicho raro. Yo no
quería ser princesa, yo no quería vivir más insultos y maltratos
por parte de mis padres. No podía aguantar como mi padre abusaba de
mí cuando le venía en gana. El odio y la obscuridad cada vez se iba
apoderando de mi alma. Y yo sin querer iba cegándome más por
Víctor. Apareció en mi vida en un momento inesperado, y desde que
lo vi, mi vida cambió por completo. Él ha dado luz a mis ojos
apagados, ha conseguido que me encuentre a mí misma en el universo.
Pero no podía contarle mi realidad, era una asesina y una anciana
maldita. Aún recuerdo cuando en el hotel me culparon de la “muerte”
de Víctor. Yo me encontraba en el bosque buscando a la hechicera,
pero nunca hubo respuesta de ella. Todos decían conocerme de algo,
tenía miedo de que se me reconociera. Por eso cada vez usaba más
sacrificios y más magia para poder ser diferente y que nadie pudiera
jamás descubrir mi verdadera identidad. No seré nunca quien ellos
quieren que sea.
Me has condenado a la obscuridad, me he sumido en tu mar cual pez que navega a ciegas, condenado en la profundidad.
Aquí me encuentro sola, escondida de la humanidad mas nadie nunca sabrá mi paradero.
Tu muerte nunca será en vano, mi amado.
La mayor enfermedad es amar y acabar con la magia del amor viviendo y fingiendo en la rutina de tu soledad. Sola con la música de violín bajo mi ventana estoy, observando la luna azul que un día dio su vida por ti, y yo acabo con mi vida recordando el amor que en su momento he profesado por ti.
Yo soy Dafne la futura reina de Atledia, y volveré para recuperar mi trono. Ahora más que nunca tengo sed de venganza y juro que me pagarán todos el daño recibido. Puede que antes no deseara serlo pero tras haber pasado mucho tiempo fuera de mi mundo he ido conociendo nuevas cosas y dándome cuenta de otras. Y he llegado a la conclusión que debo ser fuerte, como la hechicera dijo.
Me has condenado a la obscuridad, me he sumido en tu mar cual pez que navega a ciegas, condenado en la profundidad.
Aquí me encuentro sola, escondida de la humanidad mas nadie nunca sabrá mi paradero.
Tu muerte nunca será en vano, mi amado.
La mayor enfermedad es amar y acabar con la magia del amor viviendo y fingiendo en la rutina de tu soledad. Sola con la música de violín bajo mi ventana estoy, observando la luna azul que un día dio su vida por ti, y yo acabo con mi vida recordando el amor que en su momento he profesado por ti.
Yo soy Dafne la futura reina de Atledia, y volveré para recuperar mi trono. Ahora más que nunca tengo sed de venganza y juro que me pagarán todos el daño recibido. Puede que antes no deseara serlo pero tras haber pasado mucho tiempo fuera de mi mundo he ido conociendo nuevas cosas y dándome cuenta de otras. Y he llegado a la conclusión que debo ser fuerte, como la hechicera dijo.
La
sangre llama a la sangre y el sacrificio más dulce es la hiel de tus
labios ante mi cadáver querido padre.
¡Atledia,
juro que mi venganza llegará pronto! Hahahahahaha.
POR FIN!!!! ya era hora de conocer la historia de Dafne!!!que ganas tenia de que este momento llegase. Pero sinceramente me ha sorprendido bastante, me he quedado O.O, no esperaba que fuese una princesa que quisiese ser normal y que hiciese tal sacrificio por eso, ahora la comprendo mucho mejor y bueno, entiendo que hiciese lo que hizo, aunque no pensó en las consecuencias de lo que hizo; pero segun esto Dafne no está muerta, ya que es sirena y clama venganza por la muerte de su amado, osea de Victor, y no sé porqué me da que su venganza va a ser terrible, ya que se ve que es de armas tomar y cuando se venga en nombre del amor esa venganza nunca suele ser pequeña. Esto me lleva también a otro punto y es que debo reconocer que me equivoqué al tacharla de Femme fatale, creia que sólo se acercaba a Victor porque buscaba algo pero no era así, en verdad lo quería y estaba enamorado de él. Sinceramente me alegro de haber estado equivocada y ahora la entiendo y comprendo al personaje mucho mejor.
ResponderEliminarhahahaha ia te dije que no era tan mala xD i ves como se parece a ti xD, aunque bueno en el capítulo no se aprecia del todo tu parecer ia que hai cosas que no he agregado que se sabrán más adelante pero bueno está bastante cargado de información. I sí, la maldición conllevó a esos cambios en ella, ahora entiendes quien es el caballo albo que montaba i a quien pertenecían esos mechones de cabello albo que había en su camarote aquella noche en el barco cuando Víctor entró? xD i ves como no es tan mala para catalogarla como Femme Fatale. I sí la sed de venganza es mui grande, por eso supongo que también habrás caído que las damas de la noche la odian por algo no? xD I sí has deducido bien, no está muerta, sólo desaparecida, ia que es una sirena i sirena en agua no puede morir a no ser que la maten dentro de ella xD
EliminarUmmmm woooow!! lo siento pero me he enamorado de Dafne!! :$ quee historión de su vida no? dios pobrecita, todo lo que tuvo que aguantar de su padre, mealegro que lo matara por abusivo pero... pagó un precio muy caro :( aunque yo creo que (si me permites deducir de un futuro proximo) volverá a ser la Dafne que era, o eso espero =/ ella realmente no tuvo la culpa de lo que le pasó, se sintió obligada dada las circunstancias que se le impusieron. Me da un poco de miedo la risa del final tambien te lo digo xD ains no se tengo muchas dudas pero espero que reciba una segunda oportunidad por que viva está, eso me ha quedado clarisimo jijiji como decia al principio despues de conocer la historia de Dafne me hago fan incondicional de ella ^^
ResponderEliminarhahahaha xD ahora va a resultar que la más odiada va a ser la más querida no? xD i sí.. una historia horrible, pobre muchacha, pero se ve claro que un sacrificio conlleva a otro y el sacrificio sempre es caro, i en ésta vida todo tene un precio i su poder lo pagará pronto.
Eliminar